De qué trata La Sustancia, la polémica película que protagoniza Demi Moore
El éxito de terror del año muestra al ícono de los 90 desnuda en cuerpo y alma en una sátira sobre las mujeres y el culto a la belleza.
Por Leonardo Kram
Una de las imágenes más impactantes que ofrece La Sustancia, la sátira de terror que se volvió uno de los éxitos del año, es la de Demi Moore, icono sexual de la década del 90, desnuda frente a un espejo, con sus pechos al descubierto, sus notables arrugas y su pálida delgadez.
El film dirigido por Coralie Farget y que llegó esta semana a la plataforma de cine de autor Mubi, narra las vivencias de Elisabeth, una instructora de fitness que es despedida por su edad. Desesperada, accede a un novedoso tratamiento con una sustancia que la rejuvenecerá décadas. Pero su uso excesivo tendrá brutales consecuencias para la mujer.
Este es el punto de partida de la película más asquerosa que ha llegado al cine comercial en los últimos años. Vemos múltiples deformaciones corporales en la película, la protagonista ve cómo sus miembros envejecen y se pudren y se contrasta con su versión joven, Sue, interpretada por Margaret Qualley, que goza de gran éxito por su cuerpo curvilíneo y tonificado.
Pasamos de escenas que son videoclips que hacen un culto a la belleza, a otras donde los cuerpos se destruyen y bifurcan.
El largometraje fue el más exitoso de la historia del servicio de streaming y con un presupuesto de 17,5 millones de dólares ya recaudó 42 millones de dólares. Solo en Argentina, cerca de 250 mil personas la vieron.
El detrás de cámaras
De acuerdo a reportes de sitios especializados Moore, de 61 años, leyó el guión y aceptó porque le recordó a “Ghost: la sombra del amor” y la posibilidad de que podía ser tanto un éxito de taquilla como un completo desastre.
Para las escenas donde se ve la descomposición de su cuerpo, pasó en la silla de maquillaje hasta nueve horas y en cambio filmaron unos minutos, por lo delicado de las prótesis.
Al igual que su contraparte más joven, Margaret Qualley, pasaron varios días de rodaje filmando completamente desnudas. “Encontré en ella una gran compañera con la que me sentí segura. Estuvimos muy cerca desnudas y tuvimos un grado de ligereza en esos momentos donde ciertas situaciones se tornaban absurdas” , comentó en una entrevista.
Qualley no es ajena a las cámaras. La actriz de 29 años, hija de otro ícono de los 90, Andie McDowell, trabajó con directores de renombre como Quentin Tarantino, Yorgos Lanthimos y Shane Black.
La directora Farget tuvo varias influencias para su film: el estilo visual de Stanley Kubrick y películas como “La Mosca” y “Videodrome” del director canadiense David Cronenberg. Este último es el maestro del subgénero del “body horror”, que es aquel que se basa en las mutaciones y ataques al cuerpo.
Una última inspiración es el “Retrato de Dorian Gray”, la historia clásica de Oscar Wilde en la que un aristócrata rejuvenece a la par de una pintura que se pudre.
Inicio de Spoilers
Los últimos 20 minutos son directamente nauseabundos, ponen a prueba a cualquier espectador. En un espectáculo por año nuevo, se asiste a un show más parecido a un matadero que a una película de terror: tripas y sangre vuelan a la cámara y empapan a los personajes de pies a cabeza.
“La audiencia para mí representa a la sociedad. Mostré el sueño genuino de la protagonista, que es ser amada por la gente por quien realmente es. Mostrar esta explosión de sangre y tripas fue una forma de externalizar la violencia que siento de esas miradas y esa presión por la belleza que ponen en nosotras”, explicó la directora.
Fin de los spoilers
Pero ¿Cuál es el tema central de La Sustancia? La propia directora, quien ganó el premio al mejor guión en el Festival de Cannes, apuntó que es sobre la presión que sufren las mujeres para tener cuerpos perfectos, cómo se las trata en ámbitos como el laboral como objetos, que pasan su vida útil y son descartadas.
Si bien la descomposición más explícita aparece en la película, las escenas que más resuenan son aquellas donde vemos a Moore despojada de cualquier tipo de cuidado, vulnerable. En el pasaje más triste del film, vemos como se maquilla y arregla constantemente, hasta la desesperación, insegura de su figura. Finalmente no asiste a la cita que tenía pautada con un viejo compañero del secundario.
Esa desesperación de una belleza que ya se fue y por la que la gente rechaza al personaje, es algo que la propia Moore ha sentido en su vida personal, como detalló en varias entrevistas. “Creo que todos queremos las mismas cosas, ser amados y sentirnos parte de algo, pero todos tenemos baja autoestima, no importa de donde venga”, afirmó. La Sustancia es una sátira sobre la belleza que toca fibras sumamente reales.