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En Mendoza los echan y en San Luis los cubren

Acá un fiscal procesado por violencia de género que continúa en funciones atiende una fiscalía de Género.

Gustavo Estrella y Fernando Andrés Salas.
Actualizada: 29/11/2024 08:18
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Dos situaciones similares se produjeron en San Luis y Mendoza con dos funcionarios de la Justicia envueltos en casos de violencia de género. La diferencia es que en la provincia vecina lo echaron mientras que acá lo cubren.

En 2018 y por decisión unánime, el Jurado de Enjuiciamiento mendocino, conformado por 21 miembros, destituyó al juez Gustavo Estrella por “desorden de conducta”.

La decisión fue por un hecho que ocurrió en 2014. La ex pareja del camarista, de apellido Ortíz, le contó al jurado que la agresión se desató luego de que el magistrado le preguntara si "lo iba a seguir queriendo dentro de 10 años", a lo que ella le respondió que "no lo sabía".

"Me dijo que lo estaba boludeando, que era una loca autista, me preguntó si creía que su casa era una pensión. Quise abrazarlo para que habláramos, pero me agarró del pelo y me empujó contra una pared. Reaccioné y le di una cachetada, pero me pidió que me fuera, me volvió a tirar el pelo y me dio la cabeza contra la pared; me senté en el sillón y me dio piñas en la cabeza y en la cara. No paraba de insultarme", relató.

Y agregó: "Me agarró contra la heladera y me dio una piña en el ojo. Me agarraba las manos y forcejeaba. Le pedía que me perdonara por la cachetada y que habláramos, pero me seguía por el living golpeándome. Agarró mi mochila y la revoleó al pasillo. Agarró mi material de estudio y lo revoleó al pasillo también. Me di cuenta que a él no le importaba nada de mí"

En esa oportunidad también dijo que en un momento quiso ir a buscar una campera a la habitación de la hija de Estrella y la golpiza continuó: “Me caí y quería darme la cabeza contra el piso. Me agarró en el pasillo, me envolvió el pelo en el cuello y tiraba. Me corría alrededor de la mesa y como no podía alcanzarme me tiró con una silla. Empezó a salir sangre de la boca y manché el mantel".

En el rol de acusador estuvo el procurador de Mendoza, Alejandro Gullé.

Distinto fue el panorama en San Luis donde el fiscal de Género, Fernando Andrés Salas, a pesar de que está procesado por violencia de género y tiene un pedido de condena de dos años en suspenso, continúa en funciones.

Afronta un proceso penal desde 2023 por una denuncia de violencia de género que hizo su ex esposa. Por ese motivo, cuenta con cargos por los delitos de amenazas en cinco hechos y desobediencia en siete oportunidades, todo en contexto de violencia de género y en concurso real.

También se identificó que ejerció violencia psicológica, agresiones verbales, amenazas de muerte, hostigamiento, control, descalificaciones entre otras agresiones tanto hacia su ahora ex esposa como con sus hijas.

Salas no sólo sigue en funciones trabajando desde su casa y con una tobillera electrónica, sino que el propio procurador General Luis Martínez decidió que se desempeñe en la fiscalía de Género donde llegan casos similares a los que está involucrado.

El artículo N° 14 de la Ley Orgánica de Administración de Justicia, establece que “no podrán ser designados magistrados, funcionarios …quienes hubieren sufrido condena o se hallaren procesados por hechos dolosos”.

Este miércoles, la audiencia de control de acusación al fiscal fue suspendida por un planteo que hicieron sus abogados, Omar Uría y Lucas Sosa, de que habían solicitado una pericia telefónica y no tuvieron respuesta.

La jueza del caso dio lugar al requerimiento y por ahora no hay fecha para que vuelva a realizarse.

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