Apedrearon la casa de un vecino y rompieron un patrullero el fin de semana: quedaron en libertad
Sin embargo, deberán firmar un libro de imputados dentro de los próximos 60 días
Dos jóvenes de 23 y 25 años, de apellido Páez y Yanquetruz, obtuvieron la libertad este lunes tras apedrear la casa de un vecino y romper un patrullero el sábado pasado.
Fueron imputados por incumplimiento de una orden judicial en concurso con amenazas y daños a bienes del Estado. Como medida de coerción deberán firmar el libro de imputados en la Justicia por los próximos 60 días, del 1 al 10 de cada mes.
La audiencia se realizó este lunes pasadas las 10 en la sala de audiencias del subsuelo del Poder Judicial en la capital.
El fiscal de Instrucción N°2 Ricardo Barbeito habló con El Chorrillero sobre cómo se dieron los incidentes que protagonizaron los jóvenes. De acuerdo al relato del funcionario judicial, un patrullero realizaba recorridos preventivos en el barrio Eva Perón, cuando observaron cómo los imputados arrojaban piedras a una vivienda.
Los uniformados los identificaron y familiares de los detenidos quisieron intervenir por lo que fueron subidos al vehículo policial para sacarlos del lugar. Dentro del vehículo primero rompieron el acrílico divisorio y luego la ventana trasera del lado izquierdo.
Los policías fueron informados por los vecinos agredidos que sobre los jóvenes pesaba una orden de restricción, a raíz de amenazas de muerte el año pasado. Es decir, con esta información se sumaron otros dos delitos.
Ambas familias viven en el mismo barrio. “Se les dio la posibilidad de recuperar la libertad pero haciéndole saber con una advertencia por parte de la jueza (Agustina Dopazo Samper) de que la Fiscalía tuvo la voluntad de no pedir una medida un poco más gravosa como podría ser una prisión preventiva”, explicó Barbeito.
“Ellos tienen antecedentes por lesiones graves contra esta misma familia, posteriormente se dictó una orden de restricción y ese día la violaron. La Fiscalía podría haber pedido otro tipo de medidas, sin embargo se les da una oportunidad más a los fines de que puedan convivir en paz ahí con esta otra familia que es del mismo barrio”, amplió.
La orden de restricción es de 180 días y fueron notificados a fines de noviembre. “Si ellos incumplieran esta disposición del libro de actas o incumplieran nuevamente la restricción que tienen y en esa oportunidad si ya la fiscalía analizaría solicitar una preventiva”, cerró.