Historias de San Luis: los asesinatos del “Copete” Cabañez
Jorge Alberto “Copete” Cabañez. Prófugo de la justicia en 1988. Se había fugado de la Penitenciaría. Frondoso prontuario. Considerado de alta peligrosidad.
Era un 20 de junio de 1988. Muy frío. La precaria construcción en el barrio 1° de Mayo apenas contenía el gélido viento de la madrugada.
Tres mujeres que llegaban de un tradicional baile de la época que se realizaba en el club Pringles de la ciudad de San Luis.
María Olga Matus de Pereyra y sus hijas, Rosa Antonia y Norma Beatriz de 18 años, que estaba embarazada de 5 meses.
Para amainar el frío, decidieron hacer una ronda de mate.
De pronto el infierno.
Alguien que patea y tira al piso la puerta acusándolas de haberlo delatado a la policía.
Era Jorge Alberto “Copete” Cabañez. Conocido de la familia, e inclusive se dijo, responsable del embarazo de Beatriz, aunque eso fue desmentido después.
“El Copete” comienza a disparar contra las mujeres.
La primera en caer fue María Olga Matus de Pereyra, que trató de defender en vano a sus hijas.
Luego el asesino mató a Norma Beatriz, la joven embarazada, y los otros balazos fueron para Rosa Antonia.
Cuatro mujeres muertas en un minuto. Cuatro, porque Norma Beatriz estaba embarazada de una nena que no sobrevivió.
También un menor que dormía en otra habitación resultó herido, pero se salvó de la muerte.
Finalmente, el criminal se entregó.
El entonces juez Jorge Cristóbal Ibáñez lo condenó a cadena perpetua con la acusación de cuádruple homicidio calificado y otros cargos.
Algunas historias cuentan que “El Copete” también fue responsable de la muerte de otra mujer.
En la cárcel y en la justicia, los expedientes indican que se suicidó mientras cumplía su condena.