Valentina Aguado: "Una vez que suelto los pies del piso, me puedo olvidar de cualquier problema"
Tras el fallecimiento de su padre en 2024, la escaladora oriunda de San Luis de 24 años, encontró su refugio en el deporte y ha activado su sueño de llegar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Valentina Aguado fue una de las sensaciones de la primera Copa del Mundo de Escalada Deportiva en Sudamérica, que concluyó el 18 de mayo de 2025 en Curitiba, Brasil.
Finalizó en la posición 29 y expresó: “Tan lindo evento se hizo realidad, algo que en Sudamérica era hasta difícil de imaginar. Que lindo es estar de nuevo en el circuito y con tan linda energía alrededor”.
Esto último, porque para ella esta competencia significó un volver a empezar o, más bien, el cómo continuar con el corazón roto, una vida más chiquita y un dolor más grande.
"Falleció mi papá (Guillermo) y muchas cosas dejaron de tener sentido. Aparecieron nuevas responsabilidades, de esas de las que uno no quiere hacerse cargo porque implica asumir que algunas cosas no van a volver a ser como antes", escribió la escaladora en sus redes sociales antes de competir en Curitiba. Y añadió: "Los últimos meses fueron los más difíciles de mi vida, no voy a mentir. Por momentos muchas cosas de la vida sentía que me quedaban grandes y que tan solo no iba a poder".
El regreso de Aguado en Curitiba no significó una competencia más. Fue la manera de cuidarse a sí misma y de hacer grande la palabra resiliencia. Aguado, acostumbrada a las alturas, tocó fondo. Y con ella, su ilusión por el deporte que practica desde los nueve años.
"Si me preguntaban hace unos meses, en mi cabeza estaba cada vez más presente la idea de dejar de competir y dedicarme de lleno a trabajar como ingeniera, estar con mi familia y ocupar de cierta manera el lugar que dejó", siguió explicando en sus redes.
Con su mundo "dado vuelta", decidió voltearlo de nuevo. Hacerlo suyo otra vez. "Aunque esta vez duela un poquito más poner las cosas en la balanza, estoy inmensamente agradecida de las experiencias que me ha dado el deporte y lo vuelvo a elegir sin duda".
Ha vuelto a competir, pero como una nueva Valentina. Y precisamente escalar es lo que le está haciendo mantener los pies en el suelo.
"Una de las cosas que más me gusta a mí de la escalada es que generalmente una vez que suelto los pies del piso y estoy en la pared, me puedo olvidar de cualquier problema que me atormente, así que la escalada también es como un cable a tierra, donde puedo ser yo misma y donde realmente soy feliz", confesó.
Aunque con ese corazón dolido y una felicidad que se ha convertido en lucha, Aguado tiene un propósito final, que es simplemente, volver a agarrarse a la presa de la felicidad. Por él.
Valentina y su papá Guillermo Aguado.
"Representar a la Argentina es algo que me enorgullece y sé que a mi papá también lo hacía. Vienen siendo meses bastante difíciles para mí, pero sé que a él le gustaba mucho verme competir a mí internacionalmente, llevar la camiseta argentina y demás. Y yo creo que, si antes me gustaba mucho competir y me divertía, hoy tengo una motivación extra, que es hacerlo por él", continuó.
“Mucho por mejorar y trabajar en los próximos meses, pero feliz de donde estoy”, transmitió. Su próxima competencia será en Salt Lake City, Estados Unidos.
Buenos Aires 2018 y dos golpes olímpicos
Con esa motivación extra, con esa dosis de búsqueda de la felicidad, Valentina Aguado afronta un nuevo ciclo olímpico, dispuesta a soñar en grande para llegar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Estos se celebrarán justo una década después de que viviera su primera experiencia olímpica en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Esta competencia, además en casa, le cambió la perspectiva de cómo entender el deporte.
"Fueron un antes y un después. Un boom para la escalada de Argentina: Tanto en mi experiencia como en la escalada en sí, la percepción de los Juegos Olímpicos cambió totalmente el paradigma de cómo veíamos el deporte, de cómo lo veníamos fraccionando y priorizando respecto a nuestros objetivos y entrenamientos", explicó.
"En mi caso, haber tenido la oportunidad de vivir unos Juegos Olímpicos en Argentina y haber tenido la posibilidad de prepararme para ellos me volvió más profesional. Me ayudó a crecer muchísimo como deportista y también a ser parte de la Selección argentina me motivó muchísimo a seguir buscando nuevos objetivos y ahora la motivación es llegar a unos Juegos Olímpicos de mayores. Creo que ese incentivo juvenil fue el puntapié inicial para profesionalizarme un poco más", argumentó.
Valentina Aguado.
Sin embargo, después de Buenos Aires 2018 costó alinear su mayor profesionalización con sus sueños olímpicos. No consiguió clasificar a Tokio 2020, en 2021, cuando su deporte debutó en el mayor escenario deportivo. Pese a ello, "no fue tan doloroso" como no poder llegar a París 2024.
"París fue un sueño desde que culminó Tokio; pensar en la escalada en los Juegos Olímpicos era un gran sueño y realmente me entrené muchísimo para poder estar a la altura y lamentablemente no se dio", recordó.
Aguado es, por otro lado, consciente de que no toda la decepción reside en ella. "Intentar una clasificación olímpica desde Sudamérica es realmente muy complejo, desde apoyo económico para poder solventar los gastos y la infraestructura interna hasta que no tengamos un circuito local que nos ayude para afrontar después el nivel de afuera", afirmó.
En ambos ciclos olímpicos volvió a demostrar la resiliencia a la que está aferrada ahora. "Fue muy difícil. Realmente es muy desgastante. Pero hay que dar vuelta la página y seguir adelante".
Vale Aguado: "Estoy soñando muy alto con Los Ángeles 2028”
En esta evolución de la escalada deportiva en Sudamérica se está avanzando "muchísimo" en los últimos años, y de hecho la de Curitiba es la primera Copa del Mundo en este lugar del mapa. "Es muy importante poder tener una competencia de este calibre”, destacó.
Precisamente estos avances son los que le dan esperanzas para permitirse dejar prendido su ilusión. "Estoy soñando muy alto con los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Creo que es un objetivo muy grande y muy ambicioso, más saliendo de Sudamérica y lo difícil que es intentar estar a la altura con respecto a los otros grandes países que son potencia". La clasificación es muy difícil, pero bueno, siento y creo que estoy lista para poder afrontar un ciclo más y estoy dando todo para poder llegar a Los Ángeles", subrayó.
Construir una pared de Búlder y reconstruirse a sí misma
El sueño olímpico no ha acabado para una Valentina Aguado que ha evolucionado como deportista a pesar de los golpes en el corazón.
Se ha ido reconstruyendo a lo largo de su carrera como hace casi una década que construyó junto a sus padres una pared de Búlder en su casa.
Valentina Aguado en el muro de su casa.
Es su lugar al que volver y ahora también es un símbolo que hace presente a su padre; que lo hace menos recuerdo y más real. Ejemplifica el apoyo constante de su familia. El apoyo, quizá sin sentido para muchos, pero, al fin y al cabo, el amor tampoco se explica.
"¡Es mi lugar favorito de entrenamiento! Previo a los Juegos Olímpicos de la Juventud, no tenía dónde entrenar en Argentina y la única alternativa fue construir un muro en el patio de mi casa con la ayuda de mis papás. Fue una loca idea que hasta el día de hoy no entiendo por qué me siguieron a mí en el deseo de querer tener un muro en mi casa. Sé que no es el mejor lugar para entrenar, no tiene bloques seteados, no tiene las mejores presas ni nada por el estilo, pero sentimentalmente significa muchísimo para mí", reconoció Aguado.
La vida de Valentina ha tenido muchos momentos sin bloques seteados. Pero a pesar de ello ha seguido, como ahora, adelante.
Porque la pared más grande es la de la búsqueda de la felicidad y ella siempre la sube porque es el lugar donde se reencuentra con su papá.
"Mi papá era una persona muy humilde, me demostró mucha honestidad y valores en la vida. Él siempre me enseñó a trabajar duro pese a las circunstancias y que tan difícil sea. Por eso hay que seguir adelante y ser feliz", concluyó. (Con información de Olympics.com).