Sanación de Útero: una mirada a sus fundamentos, beneficios y técnicas
Una mirada a la sanación uterina como herramienta para liberar patrones heredados, honrar a las ancestras y empoderar a las futuras generaciones.
En un mundo donde las terapias alternativas ganan cada vez más terreno, la sanación de útero emerge como una práctica ancestral que busca reconectar a la mujer con su poder interior y sanar las heridas del linaje femenino.
Para comprender en profundidad esta práctica, El Chorrillero habló con la terapeuta holística, Cintia Videla, que brindó una visión e importancia de esta técnica.
Según Videla, la sanación de útero tiene sus raíces en iniciaciones chamánicas sagradas que se realizaban en la selva. Estas tenían como objetivo empoderar a las mujeres que sufrían abusos y sometimiento. Al recibir la sanación, la mujer tomaba conciencia de su "sagrado femenino", conectando con su cuerpo y las energías que lo habitan, fomentando el autorespeto y la responsabilidad hacia sí misma.
El “rito del útero”, también conocido como el décimo tercer rito, transmitido por la autora de los bestsellers: Awakening Your Inner Shaman y The Sacred Andean Codes y co-autora del Oráculo del Chamán Místico, Marcela Lobos, imprime en la biología femenina la convicción de que “el útero no es un lugar para guardar miedo o dolor, sino un lugar para crear y dar luz a la vida”.
Esta disciplina es un proceso de curación y liberación de traumas, bloqueos emocionales y energéticos que se acumulan en el útero. Estos bloqueos pueden ser el resultado de experiencias como el estrés, relaciones tóxicas, traumas sexuales o emocionales, y hasta patrones heredados generacionalmente.
Además, ayuda a las mujeres a reconectar con sus ciclos menstruales y con los ritmos naturales del cuerpo. Esta conexión puede llevar a un mayor autoconocimiento y bienestar.
Videla explicó que se realiza en círculo: “La persona que facilita la sanación levanta las manos al cielo y repite la frase clave: ‘el útero no es un lugar para guardar miedo o dolor, el útero es un lugar para crear y dar luz a la vida’, apoyando luego sus manos en el bajo vientre”.
“Este proceso se repite, pidiendo permiso a la persona que está enfrente para transmitirle la sanación, apoyando la mano derecha en su bajo vientre y repitiendo la misma frase. La persona que recibe la sanación también puede apoyar sus manos en su bajo vientre, repitiendo la afirmación. Este ritual se replica en círculo entre las mujeres presentes”, dio a conocer.
Además del trabajo grupal, Videla también realiza sanaciones individuales en camilla, utilizando cuarzos rosas en el bajo vientre: “Esta técnica se basa en la conexión entre el chakra sexual y el corazón, formando el ‘cinturón pélvico’, donde cada latido del corazón se sincroniza con el útero”
Y amplió: “Este proceso de limpieza busca sanar las memorias albergadas desde la gestación en el vientre materno, incluyendo las memorias heredadas de siete generaciones anteriores. Es decir, estás sanando siete generaciones para atrás y siete para adelante".
Videla, quien anteriormente ejercía como abogada, notó un creciente interés en las terapias holísticas después de la pandemia. En su centro, ubicado en la calle Bolívar entre Caseros y Constitución, observó que las personas optan por estas terapias por “ser naturales y no invasivas”.
Un aspecto clave en su práctica es la comunicación y la explicación detallada del proceso a las personas que asisten a sus sesiones. “Mi método es poder introducirlas, explicarles un poquito qué es lo que van a hacer, qué es lo que van a sanar, porque también es como prospectar, proyectar a esa persona, ubicarla en tiempo y espacio”, expuso.
Dentro de los beneficios se puede aliviar dolores menstruales, problemas de fertilidad y desequilibrios hormonales. También ayuda a liberar emociones reprimidas, mejorando la salud emocional y reduciendo el estrés y la ansiedad.
Promueve una mayor autoestima y empoderamiento al reconectar con el propio cuerpo y su sabiduría y puede sanar patrones y traumas heredados a través de las líneas maternas.