Historias de San Luis: asesinatos en Villa Cariño
En muchas historias hemos referido la existencia de lugares naturales cercanos a la ciudad de San Luis que servían de refugio clandestino a parejas para sus encuentros.
Así aparecieron “las Villa Cariño”, como se las llamaba vulgarmente, cuya naturaleza permitía esconder los vehículos en los que se trasladaban los enamorados.
El amigo Avelino Gómez, ex policía, recuerda en un libro una tragedia ocurrida hace muchos años.
Ocurrió un crimen macabro en la zona oeste.
Al joven Barroso le gustaba mucho una vecina, pero ella lo ignoraba.
La joven estaba de novia.
Barroso enfurecía cada vez que veía aparecer al enamorado en una camioneta.
Un día habrá pensado Barroso: “o mía o de nadie”.
Subió a su bicicleta. Ya los había seguido en otras oportunidades y sabía dónde iban.
Barroso encontró la camioneta roja en la Villa Cariño situada a la vera de la vieja ruta 7 a Mendoza.
Desenfundó su arma, abrió una puerta del vehículo, y mató de un balazo al hombre que estaba con el amor de su vida.
Ella huyó corriendo desnuda por los matorrales, pero Barroso le acertó varios balazos.
Y a pesar de estar moribunda, el asesino la violó, según comprobaron los peritos policiales y judiciales.
Ella también murió.
La tragedia alejó a muchas personas que concurrían a ese lugar.
Barroso fue capturado casi inmediatamente mientras regresaba a la ciudad con la bicicleta a la rastra, ya que había pinchado una rueda.
Sus ropas estaban con manchas que no dejaban dudas que era el responsable de lo que había sucedido.
El asesino fue condenado a prisión perpetua, pero un día apareció muerto en una de las celdas de la Penitenciaria Provincial.
Dicen que no fue muerte natural.