VILLA MERCEDES
Dos detenidos vinculados a la banda del narco sindicalista fueron trasladados a San Luis; presentaron habeas corpus pero fueron rechazados
Uno es el hijo de Juan Carlos Insúa, el señalado como líder de la estructura y responsable de entrar la droga a San Luis hace tiempo. El otro es un empleado de Aerolíneas Argentinas. Plantearon el agravamiento en las condiciones de detención. Quieren quedarse en Buenos Aires para estar cerca de sus familias.
El juez Juan Carlos Nacul rechazó los dos habeas corpus que interpusieron las defensas de Juan Cruz Insúa y Edgardo Gabriel Ávila por agravamiento en las condiciones de detención. El primero es hijo de Juan Carlos Insúa, el sindicalista que está preso con preventiva desde julio del año pasado por querer entrar a la provincia con droga; y el otro es un empleado de Aerolíneas Argentinas.
Concretamente pidieron quedarse en Buenos Aires, que es donde tienen a sus familias, pero eso no será posible al menos por ahora. Las presentaciones se hicieron cuando los dos sospechosos ya habían sido ingresados al Servicio Penitenciario Provincial, que está ubicado en la ciudad de San Luis, a casi 100 kilómetros de Villa Mercedes.
Llegaron en las primeras horas del jueves, y después del mediodía, Nacul tuvo la audiencia para tratar el recurso de Insúa, y lo rechazó. Este viernes hizo lo mismo con el de Ávila. “No se puede hablar de agravamiento porque lleva un día en la Penitenciaría, y pertenece a esta jurisdicción, distinto sería si lo mandara a otra provincia, como por ejemplo Chaco”.
Cuando el magistrado dio el dictamen destacó que están detenidos por una causa que tramita en Villa Mercedes, y que lo tiene a él como el juez natural, quien ordenó las detenciones producidas el 21 de mayo pasado en Buenos Aires. “San Luis es su lugar de alojamiento”, dijo Nacul a Ávila. Reprodujo fundamentos de la ley que lo establece.
El hábeas corpus es un procedimiento que protege la libertad de una persona cuando es amenazada de forma ilegal (autoritaria) por una autoridad o en una cárcel se agravan las condiciones de encierro. Por ejemplo, se contempla si la persona está detenida sin orden judicial o no sabe qué delito le están endilgando.
Los dos están sospechados de cumplir un rol de logística para la organización criminal. En concreto, responsabilidades en el transporte de la droga y también del dinero recaudado que era producto de la venta. A Insúa (hijo) lo responsabilizan de proveer vehículos para que los revendedores en Merlo hagan reparto del narcótico. Mientras que Ávila, de hacer traslados. Consta que recibió pagos de Insúa para llevar el material estupefaciente a determinados puntos que eran coordinados entre el cabecilla y el socio, Héctor Ramayo.
Ávila planteó que necesita estar cerca de sus padres, que presentan enfermedades porque tienen edad avanzada, y porque sus hijos no podrían venir a San Luis a verlo. Tampoco sería fácil para su pareja que trabaja en una residencia para adultos. “Si estuviera detenido en Buenos Aires no le daría permiso para ir a cuidar a sus padres, estas son las circunstancias del proceso, y situaciones que se presentan en su vida”, le transmitió el juez ante esas cuestiones.
Dio instrucciones para que el Servicio Penitenciario Provincial disponga del momento y de la tecnología para que la comunicación con su abogado sea eficaz y eficiente, ya que el letrado es de Buenos Aires. También dispuso que los familiares pueden enviarle a Ávila por encomienda de Correo Argentino la ropa y otras prendas de abrigo que necesite, como también de los alimentos.
También advirtió que como la causa sigue en investigación y hay medidas pendientes, no descarta que ambos puedan ser convocados para una ampliación de la indagatoria.
El rol de cada uno en la organización
Insúa “Juniors” se ubicaba en una segunda línea de la organización, realizando diversas tareas. Por un lado, de cuestiones logísticas, y según la pesquisa que llevó adelante la Fiscalía Federal, en marzo de 2024 también transportó una motocicleta hasta la provincia de San Luis, la que sería usada por un revendedor en Merlo. Tuvo un rol importante en el flujo de dinero.
Sobre Ávila sostienen que desempeñó un rol crucial dentro de la cadena de distribución del material estupefaciente, bajo la subordinación directa de Insúa. En algunas oportunidades fue el encargado de transportar el material estupefaciente desde Buenos Aires hasta la localidad de Junín donde era entregado a Ramayo para que lo conduzca por ruta hasta Merlo.