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Juicio por la muerte de la sargento Benítez: su hija recordó la noticia del accidente, la internación y cómo “todos los días son difíciles”

En el segundo día del debate oral, declaró un solo testigo, Nazarena Arguelles Benítez. Dio cuenta del seguimiento permanente durante los tres días de la internación de los partes médicos y el impacto de la pérdida de su madre en el seno familiar.

La segunda audiencia del juicio por la muerte de Cecilia Benítez.
Actualizada: 27/06/2025 23:50
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En la continuidad del juicio por la muerte de Cecilia Benítez, la sargento de la Policía que perdió la vida en un accidente de tránsito provocado por Naira Mijal Ledezma (única imputada), declaró un solo testigo.

Fue el turno de la hija, Nazarena Arguelles Benítez que, cargada de recuerdos dolorosos, se detuvo en relatar cómo se enteró del accidente del 7 de febrero de 2024, los reportes médicos y el golpe emocional que significó la pérdida de su madre.

Ledezma (también de 24 años), estuvo sentada en el banquillo de los acusados. Los delitos que se le imputan son homicidio y lesiones agravado por el consumo de alcohol, estupefacientes y exceso de velocidad.

La audiencia desarrollada en la Sala Penal N° 1 del Poder Judicial, no contó con la presencia física de la fiscal Virginia Palacios, aunque sí lo siguió por videoconferencia. Presentó un certificado por cuestiones personales.

Si bien el saldo trágico del accidente fue la muerte de Benítez, también dejó gravemente herida a la madre, Teresa Benítez que viajaba en el mismo vehículo. Estuvo internada un mes y medio en el centro médico y tuvo un proceso de recuperación de otros nueve en su hogar. Hoy camina con muletas y acompaña las audiencias.

Por parte de la querella estuvo Oscar Papaño y de la defensa, Iván Coria. Ambos también hicieron algunas preguntas.

Jueza Adriana Lucero Alfonso.

En la previa al testimonio, Palacios solicitó desistir de dos testigos, ambos vinculados al procedimiento policial como la pesquisa y el levantamiento del cuerpo de Benítez. Tanto la querella como la defensa no lo objetaron.

Nazarena, de 24 años, fue anoticiada del choque por su tía. Ella se encontraba en el centro puntano e inmediatamente emprendió viaje al Hospital “Ramón Carrillo”. Allí se fue informada de los detalles del violento siniestro ocurrido sobre la Autopista 25 de Mayo, a la altura del barrio La Aguadita, camino a La Punta.

“Entré en estado de shock. Estaba preocupada y no solo por ella sino por mi abuela también”, sostuvo y contó que compartían la misma vivienda junto a su hermana Morena de 12 años y su hijo.

Y hasta mencionó un duro último intercambio de palabras: “Me dijo que cuidara de mi hermana”.

En la etapa de instrucción, la Fiscalía pidió cuatro años y seis meses de prisión y seis años de inhabilitación especial para conducir. Y este jueves, la querella adelantó que pedirá seis años de cárcel y 10 de inhabilitación.

Una de las consultas que le trasladó Palacios fue sobre los partes médicos y los informes que le comunicaban los profesionales en el centro de salud. “En el primer reporte me dijeron que había sido muy golpeada por el impacto a alta velocidad. Debido a esto la operaron por la perforación de un pulmón. Había una costilla rota”, puntualizó.

Si bien indicó que no recuerda más detalles de las intervenciones quirúrgicas, dijo que “no existían dudas que la muerte fue provocada por el accidente”.

Lo siguiente fue hablar de su vida y cómo afectó en la familia la pérdida. Subrayó que mantenían una relación normal y que, gracias a su madre, pudo estudiar una carrera.

La audiencia se desarrolló en la Sala de Juicio N° 1.

“Ella cuidaba de mí, de mi hermana y hasta de su nieto”, dijo y precisó que junto a Morena mantienen un tratamiento psicológico que las contiene.

Por otra parte, afirmó que, durante todo este proceso, nunca mantuvo contacto con la acusada: “No se acercó. No hizo nada”.

Seguidamente reconoció la tarjeta verde del auto de la madre y la describió como una conductora “segura” y que “respetaba las normas”.

“Nuestra vida, mi vida cambió completamente. Junto a los dos chicos nos sentimos solos. Todos los días son difíciles. La extrañamos. No le deseo a nadie este dolor. Yo me tengo que mostrar fuerte delante de mi hijo y mi hermana, pero es duro. Incluso económicamente porque me tuve que hacer responsable de toda la casa”, agregó a la historia.

Para Papaño el testimonio fue “extremadamente duro y realista de cómo a una familia le cambió la vida un accidente”: “La modificó desde lo anímico, lo sentimental hasta lo económico donde una joven de 22 años, en esa época, tuvo que asumir la jefatura de una familia con todo lo que eso significa”.

“En el hospital en todo momento los partes médicos del Hospital Carillo fueron claros diciéndole que existía riesgo de muerte tanto para Cecilia, que en definitiva ocurrió, como para Teresa, su madre. Es muy meritorio lo que hizo el Hospital al mantener bien informada a la familia”, sostuvo el abogado en declaraciones a El Chorrillero.

Por último, el abogado se refirió a la acusada: “Yo hice un examen de conciencia y veo que es un caso muy duro. Tanto la familia de Benítez como la de la autora, que también es una chica joven, sufren, quizás no de la misma manera, pero lo hacen. Esta querella lo único que quiere es que haya justicia, pero reconoce lo doloroso de la situación”.

La tercera audiencia se desarrollará el próximo lunes a las 12 y se espera que aporten datos importantes profesionales del centro de salud provincial que trabajaron en el caso, entre otros. Restan que declaren alrededor de 12 personas.

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EN PORTADA EL CHORRILLERO

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