Entre la frontera antisemita y la bélica: el argentino que vive en Israel describe la guerra con Irán y el vínculo con Milei
Darío Teitelbaum vive en un Kibutz a siete kilómetros de Gaza hace 47 años. Es analista político y cuestionó las repercusiones de la alianza con Estados Unidos.
Por Astrid Moreno Dione
En Guevulot un kibutz de Israel- colonia agrícola-, Darío Teitelbaum vive en una casa de 56 metros con su esposa y sus tres hijas. Es argentino pero emigró en 1978, escapando de la dictadura militar. “Llevo una vida que me permite estar por fuera de la escalada de ambición capitalista”, asegura. Sin embargo, se hace la misma pregunta que gran parte del mundo: ¿Qué puntos contiene y, por ende, qué consecuencias traerá el acuerdo entre Estados Unidos e Irán? ¿y el de Donald Trump e Israel?
Este martes, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, anunció el fin de la Guerra de los 12 días con Israel y calificó como una “victoria histórica” la resistencia de su país. El mandatario elogió la unidad del pueblo que lidera durante los ataques y remarcó que no busca la guerra, pero responderá con firmeza a cualquier agresión. Mientras tanto, en el centro de Teherán miles de compatriotas con banderas se reunían para celebrar “la paz”.
“Irán festejó desde el punto de vista de que le salvaron la vida. Esa tendría que ser la celebración y no que ganaron. Israel logró en pocos días, junto con la ayuda de Estados Unidos, desbaratar la mayor parte del plan nuclear y de la capacidad balística. Y cortó la cabeza de la Comandancia Militar de Inteligencia y Científica de Irán. De manera que mucho para festejar no tienen”, sentenció Darío quien ejerce como educador y, además, es analista político.
Los ataques comenzaron el 13 de junio, al expirar el plazo para negociaciones entre Estados Unidos y los altos mandos de Teherán. El Estado hebreo activó la operación “Rising Lion”, un plan contra objetivos estratégicos en Irán relacionados con el programa nuclear.
Israel aprovechó un momento geopolítico clave: el debilitamiento de Hamas tras asesinar a 1200 israelitas el 7 de octubre de 2023 y el ajuste de fuerzas en la región, incluyendo Siria y Hezbolá. A eso se le sumó la declaración del argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), en la que aseguraba que el país islámico poseía 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60 por ciento, suficientes para construir hasta ocho bombas atómicas.
“El asunto es de preocupación del hemisferio occidental íntegramente. Israel hizo el trabajo sucio que el mundo no quiere hacer y le abrió la puerta también a Estados Unidos al ataque porque si no hubiera pasado todo lo que vimos en los 10 días previos a la intervención norteamericana, esto no hubiera ocurrido”, analizó.
El domingo, Estados Unidos ejecutó la Operación "Midnight Hammer", una ofensiva contra tres centros nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán que incluyó el lanzamiento coordinado de misiles Tomahawk desde un submarino y el despliegue de bombarderos B‑2 q.
Según fuentes oficiales estadounidenses, el objetivo fue desmantelar parte de la infraestructura de Irán, enviar un mensaje disuasivo, que induzca a “la paz” y frenar, o al menos retrasar, los potenciales avances atómicos del régimen de Teherán.
Aunque el riesgo de escalada está presente, un ataque nuclear no sería simplemente una amenaza regional, sino un desastre de proporciones globales. Incluso, este miércoles, Trump comparó la efectividad de los ataques con las bombas utilizadas en Hiroshima y Nagasaki que dieron pie al final de la Segunda Guerra Mundial.
“Si eso sucede del lado iraní hacia Israel, significa que Jerusalén vuela en los aires y con eso el tercer lugar más sagrado para el Islam. Lo mismo si salen desde el lado de Israel, aunque niega tener armas nucleares. Sería no solamente un intento de genocidio del pueblo judío, sino que una atrocidad humana a todo”, acotó.
Irán es una República Islámica teocrática, un sistema político único en el mundo moderno que combina instituciones republicanas con el poder absoluto del liderazgo religioso chiita. Hasta que la revolución de los Ayatolás, clérigos que rechazaban la occidentalización del país y el autoritarismo del monarca Sha – cercano con Estados Unidos-, tomó el gobierno en 1979 Irán e Israel eran aliados.
Los Ayatolás fueron quienes declararon al Estado hebreo como el enemigo, introdujo el analista político argentino. Y sumó: “La revolución islámica es la que tornó a Irán extremista. Son ya casi 55 años de este régimen, hay una tercera generación que nació sin las ‘libertades occidentales’, por llamarlas así. Es algo terrible, especialmente las mujeres, homosexuales y las siete minorías étnicas que tienen y que están muy reprimidas”.
Alí Hoseiní Jamenei, quien es considerado el líder de Irán desde 1989, fue quien ordenó instalar un reloj digital gigante en Teherán que marca una cuenta regresiva hasta el año 2040, fecha en la que, según estableció Israel dejará de existir.
“En la historia del antisemitismo, los judíos eran el chivo expiatorio de casi cualquier mal que ocurría. Como muestra están los protocolos de los Sabios de Sion -un plan secreto de una supuesta conspiración judía para dominar el mundo- y los libelos de sangre -acusación de que practicaban rituales macabros-. En consecuencia, se colocó al judío como quien domina expresamente o de otra manera el mundo. El que desarrolló más esta idea en la realidad contemporánea fue Henry Ford, en Estados Unidos”, aclaró.
Entre los libelos de sangre está el Plan Andinia, popularizado entre 1970 y 1980. Es una teoría que sostiene la existencia de un supuesto proyecto secreto del sionismo internacional —o del Estado de Israel— para crear un segundo Estado judío en la Patagonia argentina y chilena, a través de una ocupación progresiva del territorio patagónico.
Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, Argentina está más cerca que nunca de Israel. Aunque no es judío de nacimiento ni confirmó públicamente una conversión formal, el presidente mantiene un vínculo profundo con la religión, especialmente a través de su relación con el rabino Axel Wahnish, actual embajador y figura clave en su formación espiritual. Además estudia la Torá, participa en celebraciones religiosas y manifestó reiteradamente su admiración por el Estado de Israel, al que considera un aliado estratégico.
“Milei es muy popular en Israel. Somos un país que está en dificultades internacionales y de repente cuando viene un presidente de un país importante, en el cual viven muchos muchos judíos, y te abraza vos agarras el abrazo para no caerte”, aportó. Y resaltó: “su paso por aquí no pasó desapercibido, al contrario, pero quiero decir a tono personal que yo no paré mi respiración”.
La vida a 7 kilómetros de Gaza
Darío vive a siete kilómetros de la frontera de Gaza en un pueblo agrícola y el 7 de octubre de 2023 es una fecha que tiene presente todos los días. Su primera impresión fue cuando se enteró de que había 40 israelíes asesinados durante la celebración judía de Simjat Torá, en un ataque inédito organizado por el grupo Hamás. Jamás se imaginó que el recuento final escalaría a 1.200 muertes.
“El golpe más fuerte para Israel, más allá del número de víctimas, es el de los rehenes. Hasta este momento tenemos 50 personas secuestradas, al parecer 20 con vida. Tienen que volver urgente. Incluso el acuerdo con Irán tendría que haber incluido alguna clase de negociación con Hamás -aliado de la República Islámica- para poder liberarlos porque pronto no va a haber más que cuerpos”, lamentó.
Solamente en Guevulot, que en el último censo en 2022 registró 421 habitantes, hubo ocho rehenes, que ya fueron liberados. Para el argentino nacionalizado israelí, hubo dos asesinatos que lo afectaron terriblemente, un polaco que le enseñó a ser guía y le mostró parte de la historia Nazi y judía; y un político popular de los 80 que fue uno de sus mentores al incursionarse en la Unión Mundial de Meretz, partido de izquierda pacifista y que aboga por una solución entre Israel y Palestina.
“En Gaza viven 2.2 millones de seres humanos. Dos millones de ellos no están involucrados, 200 mil apoyan a Hamás voluntaria o involuntariamente y 60 mil son terroristas. Esto no justifica absolutamente nada. La crisis humanitaria es real y las decenas de miles de muertos no involucrados también son reales. Yo, como israelí, tengo una plena preocupación, pero también una plena responsabilidad por lo que ocurre en Gaza”, argumentó.
En sintonía al argentino, el parlamentario israelí de origen palestino Ayman Odeh, líder de la alianza Hadash-Ta’al, hizo pública la denuncia sobre las muertes en Gaza de más de 17 mil niños y, por ello, fue expulsado del parlamento este 22 de mayo y arrastrado a la fuerza fuera del recinto por dos hombres trajeados, imagen que recorrió el mundo en un video viral.
“Odeh es un amigo. Es una brutalidad lo que están haciendo con él, tratando de echarlo del parlamento. Para mi forma de ver estuvo dentro del límite de lo que un parlamentario puede hacer”, reclamó. Y completó: “Lamentablemente, la aspiración democrática de Netanyahu es fundamentalmente formal: una democracia que se limita al principio de ‘la mayoría decide’. Pero todos sabemos que la democracia no se reduce a eso, sino que implica la protección de las minorías, la libertad de expresión, la responsabilidad económica, y otros valores esenciales”.