El ex novio de la conductora que provocó la muerte de la sargento Benítez aseguró que “no podía manejar del estado que tenía”
En el cuarto día del juicio por el siniestro fatal ocurrido en febrero de 2024, testificaron médicos, una forense, un perito, familiares y un peluquero que vio a la pareja discutiendo minutos antes del hecho.
“Ella no podía manejar del estado que tenía” y “había consumido cocaína”, afirmó Yamil Ribas, el ex novio de Naira Mijal Ledezma, la acusada de conducir alcoholizada y drogada y de causar la muerte de la sargento Cecilia Benítez. Este testimonio se dio durante la cuarta jornada del juicio oral por el accidente ocurrido en febrero de 2024.
Durante más de tres horas, pasaron por la Sala Penal N° 1 del Poder Judicial múltiples testigos frente a la jueza Adriana Lucero Alfonso. Declararon profesionales médicos, una forense, un perito en accidentología vial, los padres de Ribas (el ex novio) y un peluquero que observó una discusión de la pareja apenas 40 minutos antes del trágico suceso.
Esta jornada del juicio por el deceso de Benítez, tuvo en el banquillo de los acusados a Ledezma, de 24 años. La joven enfrenta cargos por homicidio y lesiones agravados por el consumo de alcohol, estupefacientes y exceso de velocidad.
La fiscal Virginia Palacios, junto con las intervenciones de la querella representada por Oscar Papaño y la defensa de Ledezma, a cargo de Iván Coria y Javier Rezzano, condujeron los interrogatorios.
Ledezma junto a los defensores, Javier Rezzano y Iván Coria.
Poco después de las 10:30 ingresó a la sala Yamil Ribas. Relató que mantuvieron una relación de al menos seis meses, durante la cual convivieron en la casa de sus padres en La Punta, aunque llevaban aproximadamente un mes separados.
“Me enteré del accidente porque el padre de Ledezma llamó a mi casa queriéndome culpar, pero yo no estuve. Me despertó mi viejo, pero desconozco a qué hora era”, expresó Ribas. Explicó que acto seguido se comunicó con el progenitor de la imputada, quien le instó a “hacerse cargo”. “Yo le dije que no tenía nada que ver”, sostuvo.
La fiscal Palacios le consultó sobre los acontecimientos de aquella noche. Ribas detalló: “Estaba acostado y Naira me enviaba mensajes para que nos arregláramos, entonces accedí y me pasó a buscar. Fuimos a la Plaza de los Niños, tomamos cerveza, después al Estadio Juan Gilberto Funes y luego a la EPA N° 1 ‘Maestra Rosenda Quiroga’”.
“Cerca de las 7 de la mañana intenté llevarla a su casa, pero no quiso porque no quería que los padres la vieran así. Entonces nos fuimos a Las Chacras, en Juana Koslay. Yo iba manejando el auto del padre porque ella no podía del estado que tenía”, afirmó Ribas, añadiendo que él no consumió, pero Ledezma sí ingirió cocaína esa noche. Alrededor de las 8 regresaron a su casa y comenzaron a discutir en la esquina.
“Entre las 8:30 y 9 le dije que se fuera y que no me molestara más”, relató.
Ribas sostuvo que, por la tarde, dos efectivos policiales se acercaron a su vivienda: “Salí sin remera y en short para que observaran que no tenía ninguna lesión y que no había estado en el accidente”.
El joven indicó que los únicos testigos de su permanencia en casa a la hora del siniestro eran sus padres y un vecino. Ante esto, la fiscal solicitó el testimonio de los padres y del peluquero, además de la incautación del celular de Ribas. Este último pedido fue denegado por la jueza, argumentando que debió haberse solicitado en la etapa de instrucción.
Jueza Adriana Lucero Alfonso.
Los padres de Ribas se presentaron en el estrado
La madre del joven, María Alejandra Menéndez, al responder a la fiscal, aseguró que su hijo “antes de las 12:30 se encontraba en mi casa. Yo lo escuché llegar, pero no lo vi porque ingresó por el portón”. La mujer confirmó haber recibido llamadas amenazantes de la familia de Ledezma: “Me dijo que si le pasaba algo a su hija, iba a pagar Yamil”.
Por su parte, el padre, Marcelo Ribas, consultado por Coria sobre la reacción de Yamil al enterarse del accidente, respondió tajante: “No tuvo ninguna reacción”.
“Me sorprendió verlos juntos porque días antes Yamil le dio una brutal golpiza”.
Así se expresó otro de los testigos llamados a último momento, el peluquero Tomás Páez, quien aseguró haberlos visto 40 minutos antes del accidente.
“Lo conozco muy bien a él y a ella muy poco. Recuerdo salir de mi casa y vi el auto en la esquina, lo que me sorprendió porque unos días antes Ledezma había sido golpeada brutalmente por este chico", reveló. Y continuó: “De repente aparece Yamil con una cerveza en la mano, claramente estaban juntos. Discutieron y dije ‘lo mismo de siempre’, así que me metí en mi casa. Y 40 minutos después me enteré del accidente. La chica estaba al volante, se ve que conducía ella, y él estaba fuera del vehículo”.
El joven peluquero remarcó que Ribas “es una persona desagradable y, por más que los padres lo echaron de la casa, las consecuencias siguen rebotando, porque yo en este momento tendría que estar trabajando”. Además, aludió a constantes amenazas por parte de Ribas. Ante la consulta de la defensa, el testigo sostuvo que los vio “pasando el mediodía”.
La imputada Naira Mijal Ledezma.
Más testimonios
La dermatóloga María del Sol Lacerda testificó que Ledezma presentaba ampollas y erosiones en la piel producto del impacto.
Por su parte, la médica de urgencia del Hospital Ramón Carrillo, Macarena Ochoa, declaró que fue la encargada de recibir a Cecilia Benítez en la ambulancia y que, debido a su grave estado, la derivaron de inmediato a la sala de shock room.
La sargento Celeste Suárez notificó que se ocupó de recolectar las muestras de sangre de ambas personas involucradas y luego las entregó al bioquímico.
De igual modo, Marianela Miranda, quien cumple funciones en el Laboratorio Científico hace 18 años, indicó: “Recibimos la orden del fiscal de dos muestras de sangre que se extrajeron ese 7 de febrero a las 16:30. Los resultados de Benítez arrojaron negativo, y los de Ledezma, 1,13 gramos de alcohol en sangre y positivo en cocaína”.
El técnico Superior en Seguridad e Higiene y perito en Accidentología Vial, Javier Lira, informó sobre las condiciones climáticas y la señalización de aquel día: “La visibilidad era óptima, un día soleado, y se contaba con la señalización vial correspondiente. La velocidad máxima permitida en esa zona es de 40 kilómetros por hora”.
Yamil Ribas en su declaración.
“El vehículo embestido no tenía ninguna infracción a las normas de tránsito. Sin embargo, el Toyota blanco no se peritó en la parte mecánica”, añadió.
A su vez, la médica forense de la 1° Circunscripción Judicial, Marcela Gómez, ratificó los resultados de la necropsia y confirmó que Benítez falleció producto de politraumatismos y falla multiorgánica. A raíz de la autopsia, se le detectó en el pulmón izquierdo un tumor maligno.
El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta este miércoles a las 12, cuando declararán dos testigos. Luego será el turno de los alegatos.