En pleno debate por la feria judicial, la cortesana Carolina Monte Riso celebró sus vacaciones
La jueza posteó en sus redes lo que hará durante su segundo período de descanso anual pago por el Estado. La imagen y el texto son públicos en momentos que se analizan propuestas para optimizar el servicio de Justicia.
Provocación, risa y una burla de sentirse impune. Eso puede significar el posteo que realizó en las últimas horas la integrante del Superior Tribunal de Justicia, el órgano judicial más importante de la provincia, al celebrar el inicio de sus segundas vacaciones al año. La publicación de Carolina Monte Riso llega en un momento donde el debate y la discusión por suprimir el receso (31 días en enero y dos semanas en julio) aparece como una alternativa para avanzar en la eficiencia del funcionamiento de aparato judicial.
La cortesana -encolumnada detrás de Alberto Rodríguez Saá- adjuntó la imagen de un colorido y pequeño pingüino con bufanda y gorro invernal celebrando el inicio de la licencia anual paga por el Estado (la primera fue en el verano) revelando lo que hará. "Dormir", "Leer", "Descanso", "Salidas" y "Diversión" fueron las palabras que usó con la frase "Modo Vacaciones" con un emoji de sonrisa amplia.
El posteo no hace otra cosa que encender la bronca de quienes saben que es la parálisis de la Justicia sanluiseña a raíz de la desidia de sus más importantes autoridades. Ninguna causa avanza cuando los expedientes se acuestan a dormir en los estantes y anaqueles de los juzgados puntanos.
Desafiante, la siempre cuestionada Monte Riso, sale a enrostrarle a la gente que ella pertenece a una casta.
La cortesana Monte Riso se opone con furia a la reforma judicial que propone el Gobierno. Es cuestionada en el ámbito judicial desde que asumió en 2020 como miembro del Superior Tribunal (designada por el dedo caprichoso del gobernador Alberto Rodíguez Saá) ya que no se le reconocen antecedentes académicos y jurídicos. Su meteórico ascenso a lo más alto de la pirámide de la Justicia puntana se entiende por el vínculo de su esposo, Miguel "Micky" Berardo que es secretario todo terreno y amigo del ex ministro de Obras Públicos, Alberto Rodríguez Saá.
El marido actualmente está imputado por delitos de corrupción e incumplimiento de los deberes de funcionario público cuando ocupó varios cargos durante el anterior Gobierno.
A raíz de las denuncias que colecciona, Berardo no solo quedó imputado sino en su momento le prohibió salir de la provincia y se le dictó la inhibición general de bienes al igual que su compañera de causa, la ex secretaria de Deportes, Cintia Ramírez.
La jueza militante que hasta el 10 diciembre de 2023 arriaba y amenazaba a los empleados judiciales, actúa como comisario político.
Su accionar muestra que no cultiva las virtudes del juez.