“No negamos los hechos”: la defensa de Marina Silva buscará que se considere su historia de violencia y crisis emocional
La defensora oficial Agustina Tobares explicó que en la jornada de este martes declararán los dos últimos testigos propuestos por la defensa: los peritos psiquiatra y psicólogo que evaluaron a la ex policía imputada. Reiteró que buscarán acreditar “circunstancias extraordinarias de atenuación” en la pena por las condiciones en las que se encontraba Silva al momento del hecho.
Previo al inicio de una de las últimas audiencias del juicio por el doble filicidio de Sofía Ojeda Silva (7) y Bautista Silva Funes (2), la defensora oficial Agustina Tobares adelantó que el eje de la jornada girará en torno a los peritajes médicos y psicológicos realizados a Marina Silva, acusada de asesinar a sus hijos el 1° de octubre de 2024 en Juana Koslay.
“Hoy esperamos las declaraciones del psiquiatra y del psicólogo que realizaron las pericias a Marina Silva. Se va a hablar del estado de salud mental de ella”, señaló Tobares en diálogo la prensa, aunque aclaró que prefería “limitarse a algunos puntos” hasta que los testimonios se produzcan en el debate.
La funcionaria judicial recordó que en los alegatos de apertura de la defensa ya había adelantado que intentaría demostrar que Silva actuó bajo circunstancias extraordinarias de atenuación.
“No es una justificación del hecho. Nosotros no negamos los hechos ni lo ocurrido. Pero hay situaciones especiales que pueden atenuar la pena. No se trata de una absolución, sino de una disminución de la condena, que luego deberá definir el tribunal”, explicó.
Según Tobares, esas circunstancias se vinculan con la violencia de género y el deterioro emocional que atravesaba Silva durante un tiempo prolongado antes del crimen.
“Sí se puede decir que ella sufrió violencia de género. Hay testigos que lo han confirmado, familiares, psicólogos y también miembros de la Policía que intervinieron en esos episodios”, sostuvo.
La abogada agregó que esa situación persistía incluso al momento del hecho: “Sí, seguía atravesando situaciones de violencia".
Relató que esa violencia no fue un hecho aislado, sino una situación que “se prolongó en el tiempo” y que incluso derivó en medidas institucionales. “En 2022, tras un episodio con su ex pareja (Jonathan Funes, padre de Bautista) fue puesta en disponibilidad y se le retiró el arma reglamentaria. La Policía tiene un protocolo que indica la intervención de Asuntos Internos y la realización de tratamiento psicológico”, precisó.
En paralelo, Tobares volvió a mencionar otro de los ejes que la defensa considera relevantes: las dificultades económicas y la presión de las deudas.
“Ella tenía préstamos con prestamistas informales y entidades bancarias, además del embargo de su sueldo. Sus compañeros de trabajo también dieron cuenta de que estaba muy endeudada. Era una situación de mucha presión y angustia”, afirmó.
La defensora agregó que Silva recibió contención psicológica institucional, aunque el tratamiento se interrumpió.
“El psicólogo particular declaró y contó distintas situaciones. Marina cumplió con el tratamiento que se le indicó en ese momento, pero luego dejó de asistir. Desde mi punto de vista, tenía necesidad de continuar, pero por distintos motivos no lo hizo”, manifestó.
Consultada sobre si Silva relató lo que ocurrió en las horas previas al hecho, Tobares indicó que no.
“No, ella no ha hablado. Es una persona retraída, no manifiesta mucho. Hasta el día de hoy no sabemos si va a declarar. Me dijo que esperará a que terminen todos los testigos para ver si lo hace”, concluyó.