Declararon como patrimonio cultural inmaterial la Procesión Cívica de la Escuela Normal Juan Pascual Pringles

Desde 1917, la Procesión Cívica de la Escuela Normal Juan Pascual Pringles se hizo presente en generaciones de sanluiseños. Con antorchas, a paso firme, en uniforme y con una carroza, cientos de alumnos y alumnas que pasaron por la centenaria institución formaron parte de la tradicional ceremonia, que este martes fue declarada en el Senado como patrimonio cultural inmaterial de la provincia

El proyecto fue promovido por la diputada Ingrid Blumencweig (Cambia San Luis-Pringles), luego de hablar con docentes jubilados que trabajaron en la institución. La iniciativa sostiene que la declaratoria incluye a “todas las manifestaciones educativas, sociales, artísticas, religiosas y comunitarias que propendan a la preservación, investigación, promoción y transmisión de esta tradición escolar y popular”. A su vez, incorpora toda documentación, objeto, testimonio y lugares que guarden relación con esta expresión.

La norma también establece que la secretaría General de la Gobernación y los ministerios de Turismo y Cultura y Educación, tendrán que elaborar programas, eventos y acciones que apoyen la difusión, investigación y puesta en valor de la actividad en la provincia, el resto del país y en el exterior.

El senador Martín Olivero (Pueyrredón-Cambia San Luis) fundamentó la iniciativa que había que había obtenido media sanción por unanimidad el 1° de octubre en la Cámara de Diputados. Había un público sumamente interesado en las gradas de la Cámara Alta. El rector, Néstor Castro, docentes, profesores jubilados y alumnos aguardaban el proyecto con expectativa y aplaudieron con entusiasmo una vez que fue aprobado.

“Vengo a hablarles de algo que no se puede tocar con las manos, pero sí con el corazón. La Procesión Cívica desde 1917 ilumina la noche del 24 de mayo y conecta a nuestro pueblo con sus raíces más profundas. No se trata de un desfile escolar común, no se trata de un acto que se repite por rutina, se trata de una vigilia que encierra en sí misma el alma de San Luis”, expresó el legislador.

“Imaginen por un momento aquella primera vigilia hace más de 100 años, alumnos marchando con antorchas con la ilusión de honrar a la patria en un país que buscaba afirmarse como nación. Esos pasos resuenan todavía hoy. Ese fuego encendido hace más de un siglo sigue ardiendo en el corazón de cada puntano que participa de esta tradición”, agregó.

“Declarar la procesión como patrimonio cultural intangible de la provincia de San Luis no es un acto burocrático ni administrativo, es un acto de justicia histórica, es abrazar el legado de generaciones que entendieron que preservar la memoria es preservar la vida misma de un pueblo”, concluyó, invitando a apoyar a sus pares.

El vicegobernador y presidente de la cámara, Ricardo Endeiza con el asentimiento del cuerpo, habló como ex alumno. “Quería agradecer a todos los normalistas por mantener vigente esta llama, que no es una cuestión formal, como decía el senador Olivero, ni una cuestión que se les ocurrió un día por un capricho. Tiene que ver con procesos históricos, como en este caso fue la reforma universitaria”, consideró.

“Es un hito, no sólo para la escuela, sino también para la provincia y esto de alguna manera consolida el hecho de que la Procesión Cívica ya no sólo es de la institución, sino es de todo San Luis”, dijo tras la aprobación el rector Castro, quien fue reelecto este año.

“Es importante desde el punto de vista institucional, porque nos da el prestigio, la trayectoria de haber sostenido la procesión por más de 100 años y nos llena de responsabilidad de seguir, por supuesto, trabajando en esa línea de sostener esa antorcha que se inició en 1917”, reflexionó sobre el colegio que cumple en 2026 150 años de su fundación.

“La procesión es algo que te atraviesa, que te llega al corazón, es algo que emociona mucho. Solo con ir a clases uno sabe que es importante. Si bien ya está establecido en la vida de nosotros, que quede en lo legal y pasé a la historia de San Luis y se reconozca así es lo mejor”, apuntó la vicepresidenta del centro de estudiantes, Delfina Reynoso.

“Este año el lema fue ‘herencia de valores, compromiso eterno’. Lo pensamos para traer de nuevo toda la historia, vivirla con emoción. Nosotros nos vamos ahora, pero a quienes quedan les digo que si pueden sigan con esto, que sigan con ese sentimiento de orgullo. Como normalistas siempre te va a quedar esa emoción”, aportó el presidente del centro, Benicio Sosa de Batista.

Para la ocasión también asistieron docentes jubilados. Fue el caso de Mirta Funes, que se desempeñó en la escuela por cuatro décadas y que llegó a ser rectora. Ella fue una de las autoras de un libro junto a Susana Aregger y Rosa Gil, que narra los hitos de los 100 años de la procesión, publicado en 2017 por la editorial de la Universidad Nacional de San Luis. Junto con otros colegas, le plantearon la necesidad de establecer la declaración a la diputada Blumencweig.

“Es una alegría enorme, viene a concretar además de ese pedido, una aspiración, algo que es muy importante para quienes legislen, que es preservar, administrar, difundir, estos eventos que tienen que ver con la comunidad no solo con la escuela”, aportó la educadora.

“Una aprende a amar la escuela, conocer su historia, tradiciones y ese sentimiento llega a todos los chicos, docentes y no docentes que pasan por allí. Hay un sentimiento de pertenencia enorme, ‘somos normalistas’ se dice y eso se transmite a abuelos, padres y nietos”, dijo por último.