“Volver en las malas”: el “Comandante” Amieva y su regreso para pelear la batalla más dura de Estudiantes

Juan Martín Amieva tiene 37 años, nació en San Luis, creció en Neuquén y el fútbol lo llevó a recorrer distintos rincones del país y del mundo. Su historia es la de un delantero incansable, de esos que no negocian el esfuerzo y siempre dejan huella en cada club donde juegan.

Estuvo en las inferiores de River Plate, pasó tres años en Defensores de Belgrano y luego vivió su primera experiencia internacional en Bélgica, donde integró un plantel de Primera División. Sin embargo, la adaptación fue difícil y, tras seis meses, decidió regresar al país.

En 2010 tuvo un paso por Chile, y a partir de entonces su carrera tomó rumbo en el fútbol argentino de ascenso, donde su nombre se transformó en sinónimo de gol. Por su entrega, su carácter y su efectividad dentro del área, se ganó el apodo de “El Comandante”, una marca que lo acompaña hasta hoy.

En San Rafael fue dirigido por Gerardo Gómez, actual vicepresidente de Sportivo Estudiantes, quien fue una pieza clave en su llegada al Albiverde tanto en su primera etapa como en este nuevo ciclo. Amieva fue uno de los grandes goleadores del club y todavía conserva el cariño de los hinchas, que no olvidan su aporte en los años más gloriosos de la institución.

Uno de los momentos más recordados de su paso por Estudiantes fue en 2019, cuando el equipo puntano venció 2 a 0 a San Lorenzo de Almagro en Santa Fe por Copa Argentina. Aquel partido histórico tuvo a Amieva como protagonista: marcó uno de los goles en la que se considera una de las victorias más resonantes en la historia del club.

Tras su reciente paso por Costa Brava de La Pampa, donde fue protagonista en el Federal A, Amieva decidió volver a Estudiantes para disputar el Torneo Regional Federal Amateur.

El Albiverde viene de un duro descenso, pero el delantero no dudó en regresar, convencido de que es en los momentos difíciles donde más se demuestra el sentido de pertenencia.

“Vengo de un club muy organizado, muy lindo, donde tuve un gran año”, contó en diálogo con El Chorrillero.

“Competimos en el Federal A y estuvimos a la altura. Pero tomé la decisión de volver a Estudiantes porque era un anhelo de hace un par de años. Sé que vengo en un momento que no es el mejor para el club, pero quiero ver si puedo dar una mano y ayudar un poco”, reveló.

El delantero explicó que su elección fue más emocional que racional: “Tuve otras propuestas, incluso de equipos del Federal A, pero no lo dudé. No me pregunté mucho por qué. Lo hablé con mi familia y tomamos la decisión de venir. Estudiantes es un club donde pasé momentos muy lindos, y ahora quiero estar en las malas también”, subrayó.

Consciente del desafío que implica jugar el Regional, Amieva sabe que su principal aporte será la experiencia.

“La gente ya me conoce. Por ahí no estoy como hace unos años, por una cuestión lógica de edad, pero puedo aportar experiencia y sacrificio. Es un torneo de mucho roce, y mi juego también va por ahí. Quiero estar a disposición del cuerpo técnico y ayudar desde donde me toque”, señaló.

El vínculo con la gente de Estudiantes sigue intacto. “Todavía no fui al club, recién llegué a la ciudad, pero varios hinchas me escribieron por privado para darme la bienvenida. Estoy muy agradecido. Ahora quiero conocer al grupo, adaptarme rápido y ponerme a punto para ayudar desde adentro”, dijo el goleador.

El debut oficial del equipo será en la segunda fecha, cuando el Albiverde reciba a EFI Juniors en El Coliseo. Amieva imagina un estadio con su gente alentando con la misma pasión de siempre.

“Es una revancha rápida después del descenso. No tener que esperar todo un año para volver a competir por el ascenso está bueno. Ojalá la gente acompañe al club, pero nosotros también tenemos que contagiar desde adentro de la cancha”, expresó.

Y cerró con un mensaje directo a los hinchas: “El torneo es muy duro, con muchos viajes y partidos trabados. Pero necesitamos que la gente nos acompañe, que colabore, que esté cerca. Su apoyo se siente, aunque a veces crean que no. Se siente mucho”.

Con el regreso del “Comandante”, Estudiantes recupera no solo a un delantero de jerarquía, sino también a un referente con historia, compromiso y sentido de pertenencia. En un momento difícil para el club, su presencia representa un mensaje claro: las verdaderas batallas también se juegan cuando hay que volver a empezar.