Cristina Kirchner salió al balcón, pero los militantes no disimularon su desencanto por la derrota
Hubo cientos de simpatizantes kirchneristas en San José 1111, donde la ex presidenta cumple la prisión domiciliaria.
La casa de Cristina Kirchner, donde cumple su condena bajo prisión domiciliaria, se convirtió otra vez en el lugar de reunión de la militancia peronista en estas elecciones. Y fue un poco el termómetro del peronismo durante toda la jornada. Cientos de militantes pasaron de la expectativa a la bronca por los resultados. Pero cuando se estaban yendo, festejaron que la ex presidenta salió a saludar y bailó desde el balcón de San José 1111.
La militancia comenzó a llegar cerca de las 16 a San José y Humberto Primo, en Constitución. Para las 18, ya eran cientos. En paralelo, en el búnker de Fuerza Patria en la Ciudad, en la sede del PJ porteño de San José 181, los candidatos Mariano Recalde, Kelly Olmos y Lucía Cámpora seguían los resultados con cautela y sin el volumen de militancia que se concentraba en la casa de Cristina.
Después de conocerse los primeros resultados de las elecciones que daban una victoria del Gobierno a nivel nacional, y también en la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, empezaron a verse caras de enojo entre los seguidores de Fuerza Patria, que empiezan a retirarse del lugar.
Pasadas las 21:30, varios manifestantes que esperaron todo el día un saludo de Cristina empezaban a desconcentrar. Otros se quedaron insistiendo por la salida de la ex mandataria condenada al balcón. Algunos gritaron "fraude".
Cuando no había ningún indicio de que la ex presidenta fuera a salir, una luz se encendió en el balcón, lo que generó algo de expectativa.
A las 21:45 salió CFK a su balcón. Saludó a los manifestantes, hizo gestos de corazón y bailó al ritmo de los bombos y platillos.
A pesar de la derrota, se mostró con una sonrisa y alegre. Fue ovacionada con aplausos. Se retiró 10 minutos después.
Cómo se vivió la jornada electoral en la casa de Cristina Kirchner
Desde temprano hubo puestos de choripanes, remeras con la cara de Cristina, y bebidas alcohólicas -aunque están prohibidas por la veda-. El fernet se vende a $8 mil, la cerveza a $4 mil y el choripán a $6 mil.
Se vivía un clima de festejo y de mucha expectativa. Además del himno, también sonó la marcha peronista y otros cánticos que se escuchan siempre. Desde las 18, la militancia le pedía a Cristina que saliera al balcón a saludar.