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Un padre se encadenó en el Poder Judicial para pedir por sus hijos: “La madre los entrega a otras personas”

Hace diez meses que Lucíano García no ve a Xaimara, de seis años, y Yeliel, de tres. Acusó a la madre de separarlos y que no los lleva a la escuela.

Este lunes, Luciano García se encadenó en las rejas de ingreso al Poder Judicial con un reclamo claro: poder volver a ver a sus hijos. Según denunció, hace 10 meses que su expareja no le permite contacto de ningún tipo a Xaimara, de seis años, y Yeliel, de tres. Además, dijo que la mujer los entrega a otras personas y no se hace cargo; sin embargo, la Justicia no le quiere dar la tenencia a él y a la abuela paterna. El hombre hizo responsable al Juzgado de Familia y Violencia Nº 4, a cargo de la jueza Alejandra Ponce Novellino, por la falta de respuesta.

“Llevamos diez meses sin ver a los chicos, venimos pidiendo tener un régimen, una revinculación y no hemos sido escuchados. De la otra parte nos han hecho acusaciones falsas, de violencia, denuncias tras denuncias. La jueza puso medidas cautelares sin investigar nada”, relató García, quien estaba notablemente nervioso: descargaba el peso de su cuerpo entre una pierna y la otra, y se frotaba las manos.

Un padre encadenó en el Poder Judicial para pedir por sus hijos: “La madre los entrega a otras personas”. (Foto El Chorrillero)

Al hombre lo secundaba su madre, Andrea Prai, y su hermana, “la tía Vicky”, que lloró al recordar cuando sus sobrinos le dijeron, en la última videollamada que tuvieron, que los vaya a buscar, que estaban en una casa rosa. “No sabemos si los chicos comen, si están bien, si van a la escuela”, lamentó.

García y su expareja vivían junto a los pequeños en la casa de la abuela paterna, Andrea. Sin embargo, en diciembre del 2024 la mujer consiguió alquilar y se mudó con los niños. Según contó el joven de 23 años, pudo ver a sus hijos la semana siguiente y luego ella comenzó a imponer trabas para que los visite.

“No nos quería ni siquiera hacer una videollamada con los chicos, pasarnos fotos, dejarnos verlos y tampoco nos daba información de cómo estaban”, relató el padre. Y agregó que, por conocidos en común, sabe que “ella tiene al varoncito y a la nena se la entregó a su propio padre (abuelo materno de los pequeños) para que la cuide”.

Luciano denunció, además, que hace varios meses los pequeños tienen faltas graves de presentismo en el jardín y que, a través de la escuela —donde se acerca con frecuencia— recibe partes e informes sobre cómo están sus hijos.

Un padre encadenó en el Poder Judicial para pedir por sus hijos: “La madre los entrega a otras personas”. (Foto El Chorrillero)

“Hicimos presentaciones escritas. Se ha hecho parte la Defensoría Civil en mi representación; además, la Defensora de Niñas, Adolescencia y Familia también ha hecho pedidos que ni siquiera vieron”, aportó.

La abuela paterna contó que primero la mujer le dio la tenencia de los pequeños, que fue otorgada por la Justicia, con la potestad de que la madre podía revocársela cuando quisiera. Andrea relató que su exnuera era una persona difícil de llevar en la convivencia.

“Es una chica que el teléfono era su trauma. Se dormía tarde, se despertaba a las dos de la tarde… como yo me encargaba de las criaturas. Lo primero que hacía era agarrar el celular e ir a fumar un cigarrillo afuera, porque yo no la dejaba fumar adentro delante de los chicos. Esa era la vida de ella. Los hijos no existían. Yo me encargaba de la escuela, de todo. Nunca bañó a los niños, no los cambiaba, no sabe hacer comer, no sabe lavar, no sabe hacer nada”, contó la abuela, e instó a la Justicia a que vayan a la escuela a recabar información.

Un padre encadenó en el Poder Judicial para pedir por sus hijos: “La madre los entrega a otras personas”. (Foto El Chorrillero)

La tía de los pequeños, Victoria, recordó que en la última videollamada que tuvo antes de que la madre de sus sobrinos la bloqueara, Xaimara y Yeliel les pidieron que los fueran a buscar. Además, advirtió que les hablan mal de su padre e incluso les han llegado a decir que estaba muerto.

“Ellos creen que nosotros los abandonamos, que no los queremos”, dijo con los ojos rojos y entre lágrimas.

Luego de presentar un nuevo escrito, Luciano se encadenó en el Poder Judicial acompañado por su mamá y sus hermanas, que llevaban carteles pidiendo ver a Xaimara y Yeliel y diciéndoles que no los habían dejado y que los aman. “Jueza Alejandra Ponce Novellino, necesitamos que nos escuchen”, denunció.

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EN PORTADA EL CHORRILLERO

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