Un cura puso un pasacalle y le ofrece a los ladrones comida para que dejen de robarle
Cansado de los robos, el padre Mazzeo busca un "trato" con los delincuentes.
El padre Eugenio Mazzeo de la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, de González Catán, ya no sabe más qué hacer para que cesen los robos. Su última medida fue hablarle a los ladrones a través de un pasacalle, colgado en la puerta de la Iglesia.
El mensaje busca tocarle el corazón y ofrecerle un "trato" a los delincuentes para que dejen de robar en la Parroquia. “Sres. Ladrones: Es la quinta vez que nos roban en menos de un año. El trato es este: la parroquia les da comida y ustedes la dejan cocinar en paz”, indica el cartel. La desesperada acción del cura ocurrió luego de que la semana pasada delincuentes ingresaran y se llevaran un microondas, como cajas de arroz, fideos, salsas de tomate y aceites.
Mazzeo detalló al diario Crónica que los ladrones ingresaron de madrugada y "se llevaron todo lo que teníamos para cocinar". Caacupé es sólo una de las cuatro capillas de la parroquia y no es la primera que padece un robo. Ya son cinco los hechos delictivos. En la capilla San Francisco también se llevaron "un equipo de música e instrumental médico”.
Los delincuentes "bajo el efecto de las drogas" aprovechan la noche para irrumpir en la capilla vacía. "Pero una vez ingresaron durante el día y le sacaron dinero a la secretaria. No pasa nada si te llevan 100 pesos, pero no sabemos si un día nos pegan un tiro”, destacó el padre.