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Luminarias en San Luis: todavía conviven las columnas de madera y hormigón

En la ciudad está prohibida la instalación de postes y cada reparación o colocación se ejecuta a base de cemento. Asimismo, aún persisten aquellos que “se encuentran en óptimas condiciones”.

El tendido eléctrico convive con los distintos materiales, pero actualmente en los cascos urbanos se prohíbe el uso de la madera.
Actualizada: 27/10/2017 15:01
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La red del tendido eléctrico se sostiene por pilares encolumnados en distintos puntos de las calles puntanas. Éstos en principio eran de madera, pero el paso de los años y las inclemencias del tiempo, provocaron su reemplazo por otros materiales.

El gerente de Asuntos Regulatorios de Edesal, Walter Ortega, explicó en diálogo con este medio que las reparaciones se están ejecutando “a base de hormigón”, porque “la Municipalidad prohíbe la madera”.

De todas formas, todavía “existen varios en distintos puntos de la capital”, incluso las empresas telefónicas “poseen muchos”.

Ortega explicó que la madera no sólo es elegida “por su condición aislante”, sino que “sus características livianas permiten transportarla y manipularla de un modo más eficiente”.

“En lo económico la diferencia lo hace el material, pero lo que se relaciona a la mano de obra, lo que implica cavar el pozo para su asignación y la necesidad de una grúa para elevarlo, termina siendo igual que una columna de hormigón”, especificó.

Al ser consultado sobre posibles daños en los postes, en particular troncos podridos o perjudicados por tormentas, indicó que el personal de la empresa “recorre las líneas permanentemente” y que cuando se determina una reparación, “se programa un día (generalmente los domingos a la mañana) y se cambian”.

La humedad o las inclemencias del tiempo, deterioran los postes.

Lo que es claro, es la "desventaja" que posee la madera en torno a su durabilidad. Si bien tienen un promedio de vida útil de entre 20 y 25 años, las lluvias, la humedad, los vientos los perjudican.

“En la zona de El Suyuque y Toro Negro, tras los incendios, tuvimos muchos problemas porque se quemaron gran parte de los postes y hubo que cambiarlos”, recordó.

“En Fortuna y Buena Esperanza, donde los vientos se presentan muy fuertes, se caen”, añadió.

Para Ortega, los postes siguen siendo óptimos “al menos en lo que es el rubro de distribución de todo el país”.

Aquellos que se encuentran en óptimas condiciones, no son reemplazados.

Además puntualizó que no son extraídos del bosque nativo, sino que se utilizan palmeras o maderas tratadas con impregnados específicos, que “evitan que se pudra”.

En la actualidad el desarrollo de nuevos materiales deja poco a poco la madera en el pasado, pero todavía conviven. Para ortega hay una relación equitativa: “se puede decir que existen un 50% y un 50%”.

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