Franz Beckembauer: defensor de galera y bastón
Por Héctor Suárez para www.elchorrillero.com
Es uno de los íconos más importantes de la historia del fútbol, líder nato, adelantado a su época y con casta de campeón. Desde muy chico, se notaban sus cualidades para manejar el balón y moverse en el campo; sus amigos le llamaban der Brasilianer (Brasileño) por su estilo de juego. En múltiples ocasiones, declaró que le hubiese gustado jugar en el Brasil de Pelé.
Nació en 1945, en plena decadencia de la Segunda Guerra Mundial. Franz Anton Beckenbauer inició sus pasos en el futbol en el TSV Múnich 1860 de su natal Munich. Fue a los 14 años que el Bayern Munich se fijó en él y lo llevó a sus filas. Debutó profesionalmente a los 19 años.
Fue a los 14 años que el Bayern Munich se fijó en él y lo llevó a sus filas.
Conocido por ser “El Emperador” del fútbol, apodo que nació en Viena cuando por casualidad, le hicieron una foto junto al cuadro del Emperador Francisco I de Austria. Tal era el porte del alemán, que todos comenzaron a llamarle Kaiser (emperador en alemán).
Es un campeón nato; nació para ganar. Su primera participación en una Copa del Mundo fue en Inglaterra 66, donde maravilló al público. Jugó en México 70 para comandar a la selección alemana al tercer puesto luego de vencer a Uruguay, pero 4 años más tarde se consagró campeón del mundo al vencer a la Naranja Mecánica de Cruyff en Alemania 74. Además, consiguió la Eurocopa de Bélgica 72, 3 Ligas de Campeones de la UEFA, 1 Copa Intercontinental, 5 Bundesligas. Como entrenador también ganó la Copa del Mundo en Italia 90 con Alemania, además de la Bundesliga con el Bayern y 1 Copa de la UEFA.
Como entrenador también ganó la Copa del Mundo en Italia 90 con Alemania.
Una de sus grandes hazañas fue haber disputado parte del Juego del Siglo (Alemania vs Italia en México 70) con el hombro derecho dislocado. Luego de que el tiempo regular terminara en empate de 1 gol, Alemania había hecho todos sus cambios. Beckenbauer se negó a salir del campo y aunque Alemania terminó perdiendo ante los italianos, se considera aquel gran gesto por el carácter y liderazgo dentro de un campo de juego.
Se le adjudica la invención de jugar como líbero. Empezó como lateral izquierdo pero después fue ubicado en el medio campo donde revolucionó las formas de defender y crear juego.
Tal era el porte del alemán, que todos comenzaron a llamarle Kaiser (emperador en alemán).
Su prestigio llevó a la marca deportiva alemana ADIDAS a lanzar una línea de ropa que hasta el momento sigue vigente, con zapatillas y conjuntos deportivos que llevan su rostro y su imagen.
En 1977, ya retirado de las canchas, dijo en una entrevista que en su época de futbolista usaba “un método particular para mantenerse en alto nivel”. Consistía en inyectarse su propia sangre, lo que provocaba una inflamación artificial de los glóbulos en la sangre y aumentar el rendimiento general del organismo. En el año de su declaración esas prácticas aún no eran “prohibidas”.
Fue acusado de fraude ante la FIFA por su participación como presidente Organizador del Mundial de Alemania 2006 sospechado de haber comprado el mundial ante los altos mandos de la organización usando sus influencias. Esto le causó salir de las cámaras como comentarista deportivo del Diario Bild donde fue columnista por más de 30 años.
El tiempo pasa y Beckenbauer es reconocido como uno de los jugadores más grandes del fútbol. Es el segundo en la historia en conseguir la Copa del Mundo como futbolista y como entrenador (el primero fue Mário Alberto Zagallo con Brasil) y además, de los pocos que fueron jugador, entrenador y directivo con un club (Bayern Múnich) y haber conseguido títulos en todos los niveles.