Padres preocupados porque se derrumba la escuela del paraje Balcarce
Los vecinos volvieron a pedir una “solución urgente” para que sus hijos regresen al establecimiento. Desde hace unos años las clases se dictan en un salón prestado.
Un grupo de madres salió a plantear a través de los medios de comunicación y las redes sociales los problemas que exhibe el edificio de la Escuela Nº186 “Granadero Juan Miguel Alcaraz”, después de haber esperado una solución durante bastante tiempo.
A partir de este año las clases se dictan en un espacio de Obras Sanitarias que comparten con la sala de primeros auxilios del paraje.
La directora Nelly Magallanes, en diálogo con elchorrillero.com, explicó que el deterioro alcanza a las paredes de un aula, el salón, la cocina y los baños.
En su momento una empresa comenzó con los arreglos “pero no continuaron” y con el paso del tiempo se agravó el problema.
La Escuela Nº 186 está ubicada entre las localidades de Villa Larca y Cortaderas. En la actualidad asisten 11 alumnos. Debido a que el salón donde se dictan las clases “es muy chico”, no se pueden recibir a más estudiantes.
Magallanes informó que se inició un expediente en el ministerio de Educación pidiendo la refacción del edificio.
Los “cimientos han cedido” y existe la posibilidad de que el techo, que provisoriamente permanece apuntalado, se derrumbe, según explicó la directora.
Los padres solicitaron hablar con el gobernador, Alberto Rodríguez Saá y con la ministra de Educación, Natalia Spinuzza.
“La destrucción del edificio es casi total”, expuso Luciana Ríos en un audio que compartieron un grupo de madres a través de las redes sociales.
Desde el área de Infraestructura Escolar hicieron pozos para apuntalar el techo “pero luego ese trabajo provisorio quedó en la nada”.
Además, explicó que se construyó un playón deportivo, pero no fue inaugurado debido a las condiciones del edificio.
“Lamentablemente la escuela está mal y necesitamos urgente que nos den una solución para que mi hija pueda terminar su formación allí, como corresponde”, señaló Isolina Correa.
La mujer que trabaja hace un mes en el área mantenimiento de la institución, tiene miedo que el techo se derrumbe.
Otra madre de dos alumnos, Aidé González, indicó que el lugar donde asisten a clase ahora “tiene problemas de gas por lo cual no hay buena calefacción”.
Allí los chicos no pueden estudiar con comodidad y tampoco “tienen donde salir a jugar”. “Se hace muy difícil porque no hay espacio y también comparten el baño”, relató.