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En pleno centro puntano a una mujer de 73 años le robaron la jubilación

Una pareja de delincuentes le arrebató el bolso en el que llevaba el dinero y huyeron.

foto: maps
El asalto a la mujer de 73 años ocurrió en pleno centro puntano.
Actualizada: 18/09/2018 00:28
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Ayer al mediodía en pleno microcentro de la ciudad de San Luis, dos ladrones le sustrajeron a María Elena Sosa $6500 de la jubilación que recién había cobrado.

La mujer, de 73 años, había percibido el beneficio de su esposo en la casa central del Banco Superville ubicada en Pringles y Rivadavia. Retiró $6800 y fue a comprar al supermercado Aiello de Belgrano y San Martín.

Una vez que salió de la sucursal comercial se acercó a uno de los taxis que se estacionan en frente para volver a su casa. Un instante después ocurrió el asalto.

Mientras el chofer acomodaba las bolsas en el baúl, una mujer la tomó del saco y la distrajo diciendole “a usted la conozco, fue mi profesora”, algo imposible porque Sosa no es docente.

En ese momento un hombre rápidamente le arrebató el bolso y escaparon con la plata. Además se llevaron los DNI de ella y su esposo, la autorización para cobrar la jubilación, tarjetas de crédito y un carnet de PAMI.

Tras el robo, Sosa subió al taxi e intentó localizar a los ladrones, pero no tuvo éxito. Después radicó la denuncia en la Comisaría 1°.

Según contó su hijo, Fabricio Menocheo en declaraciones a el elchorrillero.com su madre se encuentra en buen estado de salud y “por suerte no fue más allá de un gran susto”.

“No había presencia de policías en el lugar ni en los alrededores”, dijo.

“Me comentó que miraba para todos lados para ver si había algún efectivo o alguien que la ayudara, pero no encontró a nadie”, indicó.

En el descargo que después hizo por Facebook, el hombre pidió ayuda para recuperar el bolso con las pertenencias.

Este no fue el único episodio violento que le tocó vivir a la familia. Mateo, de 14 años, hijo de Menocheo, sufrió dos asaltos el año pasado, ambos cuando viajaba a la escuela.

En el primer robo ocurrido a principios de 2017  fue amenazado con un cuchillo después de descender de una unidad de la línea D de Transpuntano, a la altura de la Avenida Italia y Aristóbulo del Valle. Allí le robaron el celular.

Meses después fue víctima de un segundo ataque en la esquina del Colegio Nº 7 “Manuel Belgrano” al que asiste. Le robaron otro teléfono.

Además, contó que su barrio (500 Viviendas Norte) “muchos vecinos constantemente sufren robos”.

Menocheo contó que la Comisaría N° 38 tiene limitaciones para dar respuestas: “Llamás y nunca tienen móviles. Tardan una o dos horas en venir y por lo general llegan caminando”.

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