Condenan a siete años de prisión a Pérez Corradi por tráfico de efedrina
El empresario farmacéutico Ibar Esteban Pérez Corradi fue condenado esta tarde a siete años de prisión por traficar entre 2004 y 2008 unos 1.900 kilos de efedrina utilizada como precursor químico para elaborar drogas sintéticas por narcos criminales.
De esta manera, Pérez Corradi (41) seguirá preso aunque logró una reducción de más de la mitad de la pena por haber colaborado con la investigación.
Luego de escuchar el veredicto, el empresario, que estuvo solo acompañado de su abogado Juan José Ribelli y vestido de jogging, fue retirado del recinto esposado, con casco y chaleco antibalas, y escoltado por dos efectivos de Prefectura Naval Argentina (PNA).
Antes de que abandonara la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal (TOF) 8 porteño, y ante una consulta de Télam, Pérez Corradi dijo que le gustaría realizar declaraciones aunque se excusó de hacerlo, ya que el Programa de Testigos e Imputados Colaboradores en el que está incluido no se lo permite.
Por su parte, el abogado Ribelli explicó a Télam que los jueces Nicolás Toselli, Sabrina Namer y María Gabriela López Iñíguez hicieron lugar a tres planteos de la defensa al eliminar el delito de “importación ilegal y desvío” de efedrina, el agravante de la “participación de tres o más personas” y el concurso real con “comercialización de materia prima para la producción de estupefacientes”.
De esta manera, el TOF sólo le atribuyó a Pérez Corradi este último delito, el cual contempla penas de entre 4 y 15 años de prisión, y le fijó una condena de 7 al valorar la “eficacia en la colaboración” que prestó en la investigación.
Al finalizar la audiencia, Ribelli adelantó que aguardará a que el tribunal difunda los fundamentos del fallo el próximo 22 de noviembre a las 18 para preparar la apelación de la sentencia, ya que en los alegatos había pedido la absolución.
Por su parte, el fiscal de juicio Marcelo Colombo había solicitado una condena a 10 años de prisión por la importación y desvío de efedrina, en concurso real con el delito de comercialización y agravado.
Antes de conocerse el veredicto, Pérez Corradi pronunció sus “últimas palabras” y reiteró lo que ya había declarado durante el juicio: que él comercializó efedrina “en negro” pero que no lo hizo para la producción de estupefacientes.
“Siguió sosteniendo que hay que remontarse a antes del 2008, cuando la efedrina no era una sustancia prohibida sino legal”, indicó Ribelli, y añadió: “Él explicó que sus compradores argentinos y mexicanos de efedrina no tuvieron problemas con sustancias ilegales”.
Pérez Corradi es el único imputado en este proceso que comenzó el 13 de septiembre pasado, aunque en la causa hay otros cinco acusados que serán sometidos a otro debate oral más adelante, ya que apelaron el requerimiento de elevación a juicio.
Entre los acusados se encuentran los hermanos Máximo Zacarías (60), ex funcionario de ceremonial del PAMI; y Miguel Angel Zacarías (58), ex secretario privado del jefe del Sedronar, Ramón Granero (58) -también está procesado-; y otros dos ex funcionarios de la misma secretaría, Gabriel Yusef Abboud (59) y Julio De Orue (48).
En tanto, el mes pasado debían empezar otros dos juicios a Pérez Corradi: uno en el Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) 2, por intento de tráfico de efedrina a China; y el segundo, a cargo del TOF 5 y por lavado de dinero en la denominada causa de la “Mafia de los Medicamentos”, aunque ambos fueron pospuestos para no superponerse con el que terminó hoy.
Pérez Corradi sigue además vinculado a la causa del triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron asesinados en 2008 Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), ya que si bien en diciembre de 2016 la jueza María Servini le dictó la falta de mérito, en mayo de 2017 la Cámara Federal de Casación Penal (CFCP) revocó esa decisión al considerar que restaba producir prueba.
El empresario estuvo prófugo de la Justicia hasta junio de 2016, cuando lo capturaron en la zona de la Triple Frontera, en Paraguay, y fue extraditado a la Argentina, donde se le dictó la prisión preventiva en la causa por tráfico de efedrina.
Al momento de elevar esa causa a juicio, el fiscal federal Juan Pedro Zoni sostuvo que fue clara “la clandestinidad con la que el imputado decidió comercializar dicha sustancia”.
“En este sentido, el imputado adquirió la efedrina en cuestión sin estar inscripto ante la Sedronar, a pesar de saber que eso era necesario, lo cual es demostrativo del conocimiento que tenía respecto de la actividad ilegal que estaba desarrollando”, agregó.
De acuerdo a la acusación, esta falta de controles dieron vía libre al desvío de 40 toneladas de efedrina importada entre 2004 y 2008, y que fue vendida al narcotráfico en México para ser usada como precursor químico en la elaboración de metanfetamina.