El guiño del presidente de la Conmebol a River: "El fútbol lo ganan los jugadores en la cancha"
Alejandro Domínguez escribió una carta a horas de la reunión que mantendrá con las máximas autoridades del Millonario y Boca.
Se viven horas decisivas para definir qué es lo que sucederá con la Superfinal de la Copa Libertadores. El último sábado no se pudo jugar el encuentro de revancha por la agresión de hinchas de River a los futbolistas de Boca en la llegada al Monumental.
En vísperas a la decisión que tomará el Tribunal de Disciplina de la Conmebol, el presidente de la entidad, Alejandro Domínguez, publicó una carta donde aseguró que "los partidos se ganan en la cancha", y despertó la expectativa por lo que podría suceder este martes, cuando se conozca el futuro del superclásico, informó TN.
"En la Conmebol que presido, el fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha. Y más en Sudamérica con la calidad de nuestros futbolistas. Se juega respetando al rival, teniendo el fair play como visión en la cancha, en las gradas, en la dirigencia", se expresó a través de la carta, publicada en el sitio oficial del organismo.
A horas de la reunión, que contará con la presencia de Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici, Domínguez les pidió que "entiendan que la responsabilidad que tienen en sus manos va mucho más allá de solamente defender sus colores y los intereses de sus socios". Y les señaló: "Ante todo, tienen una responsabilidad hacia el fútbol sudamericano, muchas veces desvalorizado y criticado en nuestros países, pero apreciado en todo el resto del mundo".
Incidentes, reglamentos y renuncias
El encuentro quedó postergado sin fecha oficial de disputa y desde el Xeneize hicieron un reclamo al Tribunal de Disciplina de la Conmebol para pedir que le den el partido por ganado.
¿En qué se basan para solicitar esto? En el inciso 2 del artículo 8 del reglamento, donde señalan que los clubes "son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores", por lo que piden que se mida con la misma vara que se lo hizo en 2015, cuando el conjunto de la Ribera quedó eliminado ante el Millonario por el recordado hecho del "gas pimienta".
Por su parte, en River buscan desligarse de las responsabilidades de lo ocurrido y apuntan al accionar de las fuerzas de seguridad. Algo que da fuerza a su postura es que luego de los escandaloso hecho, el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, renunció a su cargo. A su vez, el Jefe de Gobierno de la Ciudad reconoció que "el operativo podría haber sido mejor".
En esa línea, Domínguez aseveró: "Es mi deber pedir cuentas a los responsables de garantizar la seguridad del evento y el orden público. Claramente fallaron los protocolos y las autoridades no estuvieron a la altura de las circunstancias. Ahora, lo que les queda es accionar inmediatamente para identificar, capturar y aplicar el rigor de la justicia a quienes causaron tanto daño".
La carta completa de Alejandro Domínguez
El sábado 24 de noviembre será recordado en la historia del fútbol mundial por todas las razones equivocadas. Se suponía que debía ser una final de la Conmebol Libertadores para el recuerdo, la última en formato ida y vuelta. Al final terminó siendo un día que debe llenarnos de tristeza y vergüenza a todos; algo que debe desatar una profunda reflexión y una seria autocrítica en todos los estamentos, no solo del fútbol, sino de la sociedad.
A pesar del acuerdo previo de fair play firmado por los presidentes de ambos clubes finalistas y de todas las alertas emitidas desde Conmebol a los responsables de la seguridad, el estadio y los alrededores fueron escenario de una violencia irracional y aparentemente impune, hacia los jugadores, el público, los niños y las familias que se acercaban pacíficamente, las autoridades, los vecinos. Los acontecimientos vandálicos fueron penosos. La barbarie que se ha venido apoderando de nuestro fútbol colocó muchas vidas en riesgo.
Como presidente de Conmebol, puse mis mejores esfuerzos para velar por la integridad de todos: desde los jugadores hasta el público que esperó pacientemente que se resolvieran las penosas circunstancias ajenas al espectáculo y a la responsabilidad de Conmebol. Convoqué a las autoridades de ambos clubes, esperamos los informes médicos, revisamos los protocolos institucionales y finalmente, de acuerdo con ambos presidentes, tomé las decisiones para el bien de todos los involucrados.
En nombre de la Conmebol también es mi deber pedir cuentas a los responsables de garantizar la seguridad del evento y el orden público. Claramente fallaron los protocolos y las autoridades no estuvieron a la altura de las circunstancias. Ahora, lo que les queda es accionar inmediatamente para identificar, capturar y aplicar el rigor de la justicia a quienes causaron tanto daño.
También hago un llamado a los dirigentes de River Plate y Boca Juniors, a que entiendan que la responsabilidad que tienen en sus manos va mucho más allá de solamente defender sus colores y los intereses de sus socios. Ante todo, tienen una responsabilidad hacia el fútbol sudamericano, muchas veces desvalorizado y criticado en nuestros países, pero apreciado en todo el resto del mundo.
Lo mismo va para los medios de comunicación, a quienes pido respeto, ecuanimidad y perspectiva en la cobertura para informar correctamente al público, relatar los hechos, combatir la desinformación y desenmascarar las visiones interesadas y las percepciones erróneas.
En la Conmebol que presido, el fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha. Y más en Sudamérica con la calidad de nuestros futbolistas. En la Conmebol que presido se juega respetando al rival, teniendo el fair play como visión en la cancha, en las gradas, en la dirigencia.
Finalmente, hago un llamado a que todos los actores del fútbol sudamericano fijemos como prioridad y unamos esfuerzos para identificar, entender y combatir las causas y los actos de violencia que manchan nuestro fútbol. Hay mucho más en juego que un título deportivo. O todos los actores del fútbol sudamericano nos unimos para acabar con la violencia, o la violencia se encargará de acabar con el fútbol sudamericano.
¿En Vélez sin público?
Mientras se espera una resolución, empezó a circular la posibilidad de que la Superfinal se lleve a cabo el sábado 8 de diciembre en el estadio de Vélez. El duelo sería a puertas cerradas.