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Hay 3,6 millones de armas de fuego ilegales en el país y provocan 8 muertos por día

Adrián Marcenac -integrante de la Red Argentina para el Desarme- reveló una preocupante estadística. De las registradas, apenas el 27% mantiene la vigencia de la licencia.

Sobre la totalidad de armas registradas en el ANMaC, alrededor de 876.000 licencias no han sido renovadas por diferentes motivos.
Actualizada: 03/02/2019 08:18
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Con un 2019 que comenzó plagado de homicidios y femicidios, un dato cobra alarmante relevancia: en nuestro país hay un total de 3,6 millones de armas de fuego en condiciones de ilegalidad, mientras que solamente unas 324.000 se mantienen con una licencia vigente.

Adrián Marcenac -integrante de la Red Argentina para el Desarme- sostuvo en declaraciones a Popular que en la Argentina “actualmente hay 1,2 millón de armas de fuego registrados en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC)”, de las cuales “tan solo el 27% mantiene su licencia al día”.

“Lo que está creciendo es la cantidad de armas ilegales. En nuestro país circulan alrededor de cuatro millones de armas. Y de las que tiene registradas el ANMaC, el 73% tiene la licencia vencida”, explicó el especialista, quien añadió que el número de las que tienen la licencia vigente “viene disminuyendo de manera alarmante”.

Por este motivo, de acuerdo a lo señalado por Marcenac, sobre la totalidad de armas registradas en el ANMaC, alrededor de 876.000 licencias no han sido renovadas por diferentes motivos.

“Hay cada vez menos usuarios registrados en el ANMaC, por cuestiones burocráticas y los costos de acceso a una licencia, por lo que la mayoría de las licencias que se vencen, no se renuevan”, detalló.

Además del contundente porcentaje de licencias de armas de fuego no renovadas, se deben suman los 2,8 millones de artefactos que no se encuentran directamente registrados en el ANMaC.

A todo esto, el especialista dejó en claro que, en promedio, “ocho personas por día, a lo largo de 40 años, mueren a causa de las armas de fuego”, de las cuales “entre el 75 y 80 por ciento no tienen que ver, por ejemplo, con un robo o con la inseguridad”.

De esta manera, sobre los fallecimientos por el uso de armas de fuego que no tienen relación con la criminalidad, se reparten en un “20 a 25%” los casos de suicidios, en tanto que “entre un 50 a 55 por ciento son por conflictos personales, de sujetos que, en la mayoría de casos, se conocen y que por una discusión o por violencia de cualquier tipo terminan en una tragedia”.

“En base al porcentaje de armas que hay en el país, cerca del 80% de las muertes no relacionadas con la criminalidad, están involucradas con el uso diario de las armas en manos de familia y civiles que por situaciones de conflictos personales generan estas tragedias”, aseveró.

Asimismo, Marcenac destacó: “La cantidad de casos están aumentando”, luego de una“pequeña disminución” a mediados de la gestión pasada.

“La cantidad de casos está aumentando, porque si uno analiza la serie histórica desde 1980 hasta 2016, lo que vemos allí es que hay un paralelismo en la cantidad de muertes por armas de fuego y la conflictividad social, la cual está creciendo, lo que permite suponer, en base a la estadística, que las muertes por arma de fuego han incrementado”, afirmó.

Por este motivo, el especialista denunció que hay “poco control” del estado sobre las armas de fuego, lo cual “permite incrementar las muertes por su uso”.

En este sentido, señaló que desde la Red Argentina para el Desarme, en la que diferentes integrantes cooperan en conjunto para bajar las alarmantes estadísticas y lograr “un cambio” en las políticas públicas, apoyan plenamente el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, ya que “es uno de los caminos para empezar, justo con otras políticas, a reducir el stock de armas”.

Sin embargo, Marcenac añadió que un problema latente es “que no se le ha puesto la vehemencia ni los recursos financieros y económicos necesarios para realizar una difusión más grande y cubrir de manera eficiente todo el país”.

“Necesitamos trabajar en políticas de prevención y concientización, que es parte del programa de entrega voluntaria, que está a la libre elección y que busca reducir la cantidad de muertes en nuestro país”, declaró el especialista. Y agregó: “Los funcionarios tienen una gran responsabilidad sobre este asunto”.

En un 25% de los casos son de fabricación casera

El licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, detalló que un cuarto de las armas de fuego en nuestro país son de fabricación artesanal y que se venden en el mercado negro para delinquir.

Según explicó el especialista, existen dos tipos de armas dentro del mercado negro, las “industrializadas”, es decir, artefactos de fuego que se producen en fábricas, y las conocidas “tumberas”, aquellas que son hechas de forma doméstica, en la mayoría de casos bajo la motivación de cometer algún delito.

“En general, las armas de manufactura casera no son adquiridas para defensa personal ni por cualquier punto principal que hoy por hoy conlleva a comprar un arma de fuego”, detalló Vicat en diálogo con Popular, en tanto que agregó: “la persona conciente del estado de inseguridad decide armarse de dos formas, por la vía legal bajo una serie de condiciones o a través de la compra de armas que han sido robadas, por ejemplo, de alguna casa y que se han comprado a menor precio en el mercado negro”.

Sin embargo, el especialista hizo hincapié en las motivaciones que conllevan a que los usuarios adquieran armas ilegales en el mercado negro, a pesar de que el ex comisario advirtió que dichos artefactos podrían haberse usado “para cometer algún ilícito o dispararle a alguien”, lo cual lleva a una reducción considerable de su precio.

“Muchas personas compran armas ilegales por la sensación de frustración sobre que el Estado no los protege, entonces deciden tomar justicia a mano propia”, destacó Vicat.

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