Escándalo entre los hermanos Rodríguez Saá por el manejo de la plata del PJ
Una pelea sorda y con ribetes cuasi mafiosos se libra en forma subterránea por el control de la millonaria billetera partidaria. Las amenazas a un gerente y el cobro de un cheque de $2,5 millones.
El pellejo del gerente del Banco Nación midió en los últimos días el peso de las manos de los jerarcas del partido, los primeros interesados en disponer de los valiosos recursos en la campaña electoral.
El funcionario de la entidad estatal fue advertido del costo que implica abrir el grifo de la cuenta en este momento. Literalmente fue amenazado, aunque nunca lo aceptará oficialmente y tampoco hará la denuncia.
Detrás de la disputa judicial por el uso de la sigla, transcurre el prosaico duelo entre los hermanos Rodríguez Saá.
El manejo de los fondos está bajo jurisdicción del Consejo Provincial que preside Adolfo, pero a partir de las resoluciones adoptadas por el Congreso provincial, Alberto avanzó hasta tomar prácticamente el dominio absoluto del partido. Se adjudicó el uso de la personería jurídica con la que encabeza el Frente, se quedó con las llaves de la sede, nombró apoderados legales y cambió los titulares de las cuentas bancarias.
Pero por ahora nada parece definitivo porque cada uno en función de los pronunciamientos de la Justicia Federal que se van precipitando, se arroga facultades para gestionar la plata acumulada en la sucursal. Es una caja alimentada por vertientes como los aportes mensuales de funcionarios de todos los rangos, diputados, senadores, intendentes, concejales y asesores (en la jerga gubernamental se los denomina en los últimos años como “contratados fuera de escala”, y más atrás en los ‘80 se los llamaba “aviadores”). Son más de mil dirigentes y militantes rentados a quienes se les descuenta el 5% del sueldo y la dieta.
A instancias del Congreso, el actual gobernador comunicó a la entidad los nuevos responsables de las cuentas, pero sorpresivamente el juez Federal subrogante habilitó a retirar $2,5 millones al secretario General, Héctor “Pachi” Mazzina, que responde al mando de Adolfo Rodríguez Saá.
Fue una maniobra relámpago cuyas consecuencias todavía no han trascendido del todo. Desde el sector de Alberto hablan de estafa y de denuncias que alcanzarían hasta el propio juez Roberto Naccif (integró el Tribunal que juzgó al ministro de la Producción, Sergio Freixes).
Este medio intentó hablar el lunes por la mañana con el gerente del Banco Nación, pero no fue posible. Asesores de Adolfo Rodríguez Saá conminaron a Roberto Magallanes diciéndole que puede perder el puesto.