En la semana de reapertura fue bajo el movimiento en los comercios en San Luis
Desde la Cámara de Comercio hicieron una evaluación de los primeros días tras el parate. Las medidas del aislamiento social y los bolsillos vacíos impactan en el sector. “Es imprescindible que exista un apoyo a las pymes”, ratificaron.
Que la gente salga para hacer sus compras en horarios de la siesta es el primer desafío que enfrentan los comerciantes de San Luis, en medio de un aislamiento social, preventivo y obligatorio que resistió sus economías.
En la provincia la “apertura gradual” de la cuarentena le permitió al sector abrir las puertas con atención al público después de 44 días, sin ingresos y deudas. Y si bien, algunos negocios habían implementado la venta de productos vía online y puerta a puerta, los resultados “no fueron del todo alentadores”.
El primer dato positivo que arrojó la Cámara de Comercio es que pudieron abrir. Por eso hubo una gran aceptación de las disposiciones (entre ellos el horario de atención) y normas establecidas (protocolos sanitarios) por el Gobierno provincial para prevenir el avance del coronavirus.
“Lo único que nos queda ahora es que el público comience a acercarse un poco más a los comercios, porque la verdad que no ha sido una experiencia enriquecedora en cuanto a la afluencia. No hubo una marcada presencia”, destacó en declaraciones a El Chorrillero, el vicepresidente de la Cámara, Jorge Moyano.
Expuso que si bien se vio mucho movimiento en la zona comercial en el arranque de la semana pasada, el gran porcentaje fue por cobros en los bancos o pago de servicios. “Eso se lleva un 95% del público que se ve presente en el centro”, agregó.
Por otra parte, a lo largo de la semana se notó otro aspecto: “La pérdida del poder adquisitivo” que impactó en el movimiento comercial.
Moyano sostuvo que en este aspecto, el comercio sigue transitando “dos pandemias”.
“Veníamos del Gobierno anterior, con el cierre gigantesco de pequeñas y medianas empresas. Y no se ha podido resolver el problema, a pesar de todas las expectativas que se generaron con este nuevo Gobierno. Tenemos las pandemias de los bolsillos vacíos y la otra que se nos agregó”, destacó Moyano.
El nuevo escenario, suma otro detalle y tiene que ver con las tradiciones sanluiseñas; porque desde ahora hay que generar una nueva costumbre en la ciudadanía “que no está habituada a salir a la siesta a comprar”.
Para Moyano, el nuevo horario puede ser “una traba” si se tienen en cuenta aquellos casos de personas que por sus actividades laborales no pueden concurrir en la franja ya establecida.
“De todos modos lo más importante es que podamos abrir. Supongo que llegará el día en el que podamos ir a solicitar para que se pueda atender también el sábado para no dejar en dificultad o en desigualdad de condiciones a los números impares. En la medida que haya diálogo, todo será bien recibido por el sector”, dijo.
Consideró además que el nuevo tiempo de trabajo es una ventaja para los empleados porque se reduce a la mitad la cantidad de viajes que deben hacer, y porque además disminuye el tránsito principalmente en los servicios públicos de transporte.
Agregó que las medidas preventivas adoptadas en los locales “fueron exitosas”; y que para controlar que los protocolos sanitarios se estén cumpliendo al pie de la letra se realizaron “inspecciones de carácter preventivo”.
“Hubo advertencias en algunos casos y hay cosas para corregir, para que esta semana ante la eventualidad de nuevas inspecciones estemos todos en regla, cumpliendo los mecanismos que protejan tanto a los empleados como a los clientes”, añadió Moyano.
Por protocolo, el comercio quedó habilitado para trabajar en horario corrido de 9 a 17. Y para poder ingresar a los salones, los clientes deben tener en cuenta, en primer lugar, el uso obligatorio de barbijos o tapabocas, mantener el distanciamiento y salir en el día estipulado de acuerdo a la terminación del DNI.
Para poder reabrir, los negocios tuvieron que solicitar autorización al Comité de Crisis. Y cada día cumplir con intensivas tareas de limpieza y desinfección, el uso de alcohol en gel o pulverizadores con alcohol. En el interior se exige que señalicen con líneas las distancias, en las zonas de cajas, que debe existir entre las personas a la hora de pagar; y los empleados atienden con barbijos, protector facial (máscara) y guantes de látex.
Auxilio
“Es un tema importante, pero no hemos tenido apoyo económico desde los gobiernos provincial y Nacional están bajando a cuentas gotas algunas asistencias. Estamos a la espera de ver cómo se va resolviendo la asistencia por parte de los bancos hacia las medianas y pequeñas empresas”, señaló Moyano.
“Es imprescindible que exista un apoyo a las pymes que están muy preocupadas”, reiteró el dirigente.
Moyano consideró que la Cámara de Comercio es “una caja de resonancia de reclamos y de distintas actividades, que se maneja con la transparencia y coherencia de siempre tratando canalizar las inquietudes”.
El dirigente señaló que en la actual coyuntura viene “realizando los reclamos antes las organizaciones que corresponden”.
“Se presentaron los puntos y las medidas que podrían estar al alcance del Gobierno para dar una solución a los comerciantes; es un documento público y estamos a la espera de respuestas”, manifestó.
“El apoyo comprende el aspecto financiero, crediticio. La Cámara nunca pidió eximición de impuestos, lo que se planteó fue una prórroga y un auxilio económico que podría canalizarse por la Caja Social, que podría transformarse en un banco social y generar un círculo virtuoso otorgando créditos a los medianos y pequeños comerciantes, que irán pagando las cuotas a medida que se vaya normalizando la situación”, explicó.