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Oscar Righi, exguitarrista de la Bersuit, fue acusado por su hija de abuso sexual

La joven, que se identifica como Lucila Righi, contó a través de su cuenta de Facebook los abusos que sufrió durante su infancia y adolescencia.

La hija del músico conocido como Osky Righi usó las redes sociales para denunciarlo.
Actualizada: 04/07/2020 10:12
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“Mi papá Oscar Righi, ex guitarrista de Bersuit, abusó sexualmente y psicológicamente de mí y de otras mujeres y personas desde que tengo memoria hasta hace una semana”, comienza el duro posteo de Lucila Righi, a través del que se animó a contar los largos años de padecimientos, abusos y maltratos que sufrió por parte de su padre.

La joven -hija del músico conocido como Osky Righi, también recordado por su romance con la actriz Romina Gaetani, con quien tiene una banda de rock “La Rayada”-, utilizó su cuenta de Facebook para narrar los difíciles momentos por los que tuvo que atravesar: “Desde que tengo memoria, le temo a la oscuridad. Decía que un hombre de sombras venía a tocarme y hablarme a la noche”. “(…) Papá… sí, el mismo que me obligaba a dormir con él, a sentarme sobre sus miembros, y que me hablaba en calzones con erecciones cuando salía de bañarse. ¿Papi… papá? el mismo que me gritaba hasta sentir que era un pedacito de ceniza”, escribió la joven.

En un largo posteo, Lucila “Luli” Righi contó los tristes recuerdos de su infancia, en la que debió convivir con una familia disfuncional, con su padre en la fama absoluta y su madre en extrema vulnerabilidad. “Luli tenía un padre famoso y fantástico, que la llevaba a los lugares más caros, y le daba sushi. Este papá venía una vez cada tanto, mientras se iba de gira y se fisuraba la plata en prostitutas, hoteles de 5 estrellas, cocaína y alcohol entre más cosas seguramente. Mientras mi mamá y yo estábamos en la vulnerabilidad, en un mundo donde la gente te juzga y no entiende. Este papá apareció cada vez más, las pesadillas y los juegos ‘sádicos’ aumentaron".

Asimismo, expuso la personalidad manipuladora de Osky Righi que, según expresa la joven, se ocultaba detrás de la estrella de rock, a la que todos querían y admiraban. “Osky! un tipo serio, canchero, una estrella de rock, va. Osky… el amigo copado, Osky bondadoso, el que comparte cuando tiene”, comentó Lucila. Y, además, relató cómo se fue alejando de su mamá y del resto de la familia a causa de padre: “Me alejó de toda mi familia y de mi mamá, a cambio de tranquilidad económica, colegios caros, vacaciones, instrumentos musicales, estudios, Luna Parks, River y camarines… de lo que mi mamá carecía, ella solo tenía el amor, ¿es poco? Pero mamá me descuida dice papá, dice papá que con mamá nunca voy a poder ser alguien, dice que mamá solo me quiere por plata, que ella no me ama”.

También, la joven dio detalles de los maltratos que recibía por parte del músico. “Cada vez que buscaba su aprobación, me rechazaba, después me abusaba, después me hacía sentir única, y después me generaba odio hacia el resto. Abrazaba a mis hermanas, y les decía ‘ella, la más linda, a la que más quiero’ y reía, mientras me miraba que yo lloraba. Me veía llorando y se reía, eso muchos días y en muchas situaciones. Disfrutaba de mi angustia, y se excitaba con eso”.

Los largos años de abusos y padecimientos tuvieron consecuencias físicas y psicológicas que Lucila decidió contar en su duro relato. “Me enfermé, mi garganta explotaba de placas, mi vagina de hongos, mis pies de más hongos, mi cerebro de miedo y tristeza”. Sin embargo, la joven aseguró que aferrarse a la música la ayudó, cuando nadie podía hacerlo. “(…) Ahí estaba mi guitarra y mi voz salvándome la vida, siempre. En soledad, todos los días, cantaba al cielo y preguntaba, y pedía que por favor me ayuden”. “Luli la nena linda, ahora era una adolescente alcohólica, y adicta a cualquier cosa que tenga enfrente, llena de vínculos tóxicos, y generando peleas entre muchas personas, y después sintiendo toda la culpa junta”, completó.

La joven reconoció que la angustia sigue, pero al mismo tiempo explicó que si decidió exponer su historia no fue para victimizarse sino para generar consciencia, y animar a todas las víctimas a hacerlo y denunciar los abusos. “Acá estoy Oscar, esta es la última poesía que te dedico, disfrutala, pero esto no termina acá. Estoy prendida fuego, ya no soy víctima, y que nadie me tenga pena. No tengo más miedo. Esta es mi historia. Espero que todas las mujeres y personas abusadas por Oscar Righi puedan decirlo, conozco a muchas que lo saben, y que fueron víctimas de él con las que ya me comunique”.

Finalmente, Lucila agradeció los mensajes recibidos a partir de su publicación, y aclaró que su intención no es “generar odio hacia su padre ni arruinarle la vida”, como así tampoco pretende que se detenga en su historia en particular. “Es importante salir adelante, y convertir estas situaciones en movimiento”, escribió.

“No voy a exponer la vida de OSCAR ya que no es mi historia y no siento el derecho de apropiarme de su privacidad, ya que yo no soy como él. Ni me interesa llenarme de odio, ni fomentarlo. Sí aclarar que todos llegamos a donde llegamos por algo, y de la misma forma en que yo me transformaba de a poco en muerte, entiendo que él no haya podido con sus fantasmas, sus abusos y su vida. Yo no justifico a mi padre, no le tengo pena. La intención del post no es arruinarle la vida, sino me envenenaría a mí misma, y no quiero sentir más odio, yo no soy nadie para arruinarle la vida a nadie, ni tengo deseos de hacerlo. Solo ser justa, y clara, para cuidar al entorno.Hay montones de voces que no se escuchan, no se enfoquen en mí, yo estoy contenida, y les agradezco, ahora que sabemos esto y lo hablamos, miren a su alrededor y dentro de ustedes. Capaz pueden salvar a alguien que haya estado como yo.”, concluyó

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