“Ra sin club, Indesingente y RiBer Plate”: el insólito fallo de un juez laboral
Un juez del Juzgado Nacional de 1º Instancia del Trabajo Nro. 41 recibió la demanda de dos vendedores ambulantes que trabajaban para el club Racing y dentro de su fallo, tuvo expresiones insólitas para referirse a los demandados y a otros clubes del fútbol argentinos.
Un juez del Juzgado Nacional de 1º Instancia del Trabajo Nro. 41 recibió la demanda de dos vendedores ambulantes que trabajaban para el club Racing y dentro de su fallo, tuvo expresiones insólitas para referirse a los demandados y a otros clubes del fútbol argentinos.
El juez Alejandro Aníbal Segura arrancó su resolución nombrando a las partes, citando a los iniciadores de la causa, Domingo Vallejos y Ramón Cleofé Cardozo, contra “Ra sin Club Asociación Civil” y Magary SA, la empresa concesionaria del servicio de venta de productos, “por despido y cobro de pesos”.
Lo que pareciera el comienzo de un texto con error de tipeo, continúa con más frases que demuestran que lo escrito es completamente intencional. En otro de los párrafos, el juez Segura hace referencia al año 1999, cuando el club de la ciudad de Avellaneda tuvo sus peores momentos: “(el denunciante) memora cuando Racing “dejó de existir” (lo dijo la contadora Liliana Ripoll, lo desmintió el Pueblo Racinguista)”.
Luego, la sentencia continúa con los fundamentos que demuestran la sociedad entre Margary SA y Racing para la venta de gaseosas, comidas y snacks dentro de la cancha, así como otros fallos semejantes a la situación que denunciaban los damnificados.
Dice: “Y cita numerosos fallos en que resultaren condenados por hechos análogos a los de esta carpeta clubes reconocidos como Argentinos Juniors, RiBer Plate, Boca Juniors y un club de Parque Patricios, conocido por ser vástago de San Lorenzo de Almagro”, este último, haciendo una caracterización sobre Huracán.
Vallejos y Cardozo no estaban debidamente registrados y a partir del 2012, con más de 40 años de antigüedad, se les negó el trabajo. De esta manera, enviaron sus cartas documentos correspondientes para tener la regularización y desempeñar sus tareas legalmente.
También el juez manifestó un agravio racista al escribir que las personas que van a la cancha saben que es “mucho más difícil” de entrar “que subir a un avión con cara de árabe”.
Al detallar los argumentos que esgrimió uno de los demandantes para sostener que trabajaba para el club, el juez precisó: "Dice que no sólo trabajaba cuando jugaba Racing, sino en eventos musicales –Redonditos, Chaqueño Palavecino– e incluso cuando Indisingente –el clásico rival– hacía las veces de local en el Juan Domingo Perón. Proporciona otros datos interesantes que voy a ir evaluando para formar mi convicción judicial".
Segura condenó a Racing y a la empresa Magary S.A a pagar $71 mil más actualizaciones a cada uno de los vendedores, quienes sin embargo apelaron el fallo porque reclaman $400.000. Racing también apeló pero su recurso fue desestimado.
El club de Avellaneda sostuvo que hubo “agravios claramente expresados” pero su contra denuncia quedó sin efecto, ya que el monto a pagarle a los damnificados es bajo y según las normativas legales, no se admiten las apelaciones hacia estas sumas de dinero.