El Gobierno de Rodríguez Saá fue el que más ganó en la pandemia ¿Qué hace con el dinero?
Además de recibir $1.000 millones en concepto de Aportes del Tesoro de la Nación, ha visto incrementado considerablemente la coparticipación y demás transferencias automáticas que envía la Nación.
Así por ejemplo, la tasa interanual de crecimiento de los recursos de enero 2021 fue del 50,29%. Este guarismo se encuentra por encima de la inflación.
Es decir, que en el primer mes de este año recibió 1,5 veces más que lo ingresado en enero de 2020. Ello representa $ 1.672 millones, monto equivalente a la construcción de más de 800 viviendas sociales, en tan solo un mes.
Esta tasa se mantendrá e incluso crecerá en los períodos subsiguientes como consecuencia del actual esquema tributario nacional.
Ello no significa un avizoramiento de recuperación económica, sino que se debe a la mayor carga tributaria implementada desde la asunción del presidente Alberto Fernández. Tan es así que el Impuesto al Valor Agregado registra aumentos por debajo de la inflación, no así el Impuesto sobre los Bienes Personales, aquellos asociados a las commodities y al ahorro en moneda extranjera, por ejemplo.
De esta manera, en los últimos meses y en los meses que vendrán, Alberto Rodríguez Saá contará con una caja importante, no solo por los mayores recursos que está atesorando sino también por la baja ejecución de gastos durante la pandemia.
En efecto, la administración puntana no tuvo mayores gastos durante la pandemia ya que los mismos fueron sufragados por el Estado nacional –vgr: IFE, ATP, tarjeta Alimentar, vacunas, etc.– y aquellos pocos que se hizo cargo la provincia fueron abonados con el Aporte del Tesoro Nacional.
A su vez, el gasto en personal quedó muy por debajo de la inflación anual, más aún, cuando se considera que el año pasado el aumento salarial fue dividido en varios tramos de 5% cada uno pese existir recursos para haber otorgado una suba mayor y de forma más anticipada.
De nada vale, acumular recursos para terminar con un Estado rico y un pueblo pobre, salvo que se tenga un afán o interés netamente electoral en claro detrimento del bienestar de la población.
En San Luis, la pobreza creció estrepitosamente, muy por encima de la media nacional, y llegó a una marca histórica en el segundo semestre del año pasado: 39,2% de los puntanos son pobres y 6,3% son indigentes. Para peor, se espera que las próximas tasas que publique el INDEC sean todavía mayores.