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La conmovedora foto de una pareja de abuelos que se despidió en el hospital antes de morir de coronavirus

Se conocieron a los 14 años y luego de vivir 70 años juntos fallecieron en Inglaterra. Los enfermeros acercaron sus camas para que se puedan dar un último adiós.

Margaret y Derek Firth se conocieron a los 14 años.
Actualizada: 10/02/2021 13:24
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Margaret y Derek Firth se conocieron a los 14 años y el flechazo fue inmediato. Tras más de 70 años juntos, ambos murieron de COVID-19 a los 91 en el Hospital General de Trafford, en Inglaterra, con pocos días de diferencia. La imagen de sus últimos momentos conmocionó al Reino Unido.

En la foto que sacó su hija, Barbara Smith, se ve a los dos enamorados tomarse de las manos para darse coraje. El personal médico había juntado sus camas para que puedan despedirse.

Según indicó el diario Manchester Evening News, Margaret fue admitida originalmente en el Hospital Wythenshawe, pero luego fue trasladada a Trafford. Derek también fue internado en el hospital de Wythenshaw, por patologías que nada tenían que ver con el coronavirus. Sin embargo, en el transcurso de la hospitalización, los dos se contagiaron. Como los médicos temían que no le quede mucho tiempo de vida, acordaron trasladar a Derek a Trafford para que se pueda despedir de su pareja de toda la vida.

Según contó su hija, cuando volvieron a verse lo primero que le dijo Margaret a Derek fue: “¿Dónde estuviste?”.

“A partir de entonces pareció mejorar, pareció darle un impulso”, contó Barbara a la prensa local. Sin embargo, poco después el cuadro de sus padres empeoró. “Fue un momento bastante triste, pero fue realmente encantador que ambos estuvieran juntos”, dijo.

Derek murió primero el 31 de enero y Margaret falleció tres días después. Barbara, de 50 años, agradeció al “increíble” personal de Salud pública por su gesto, y dijo que también permitieron las visitas de otros familiares antes de su muerte. La pareja se casó en 1950 y tuvo cinco hijos, 11 nietos y cuatro bisnietos.

El Reino Unido blinda sus fronteras frente a las nuevas cepas

El Reino Unido es el país más castigado de Europa por la pandemia, con más de 113.000 muertos y el gobierno de Boris Johnson tuvo que decretar una tercera cuarentena tras el descubrimiento en el sur de Inglaterra en diciembre de una nueva cepa más contagiosa que hizo dispararse el número de casos.

El gobierno británico teme especialmente la importación de variantes del virus resistentes a las vacunas, especialmente después de que un estudio mostrase que la desarrollada por AstraZeneca/Oxford tiene poca eficacia contra las formas leves de covid-19 provocadas por la cepa sudafricana.

Así, tras haber prohibido a mediados de enero las llegadas desde más de 30 países, incluidos en una “lista roja” que engloba a toda Sudamérica, Panamá y Portugal entre otros, a partir del próximo lunes impondrá nuevas medidas para el resto de países del mundo.

Todos los viajeros que lleguen a Inglaterra tendrán que someterse a dos pruebas de COVID-19 PCR, en el segundo y octavo día de una cuarentena obligatoria de 10 días tras su llegada, anunció ante el Parlamento el ministro de Sanidad, Matt Hancock.

Los viajeros tendrán que pagarlas de su bolsillo -el precio mínimo en el Reino Unido ronda las 120 libras por test- y cada positivo sumará 10 días más a la cuarentena. Esto se añade a la exigencia actual de que todos los viajeros que se dirijan al Reino Unido presenten antes de embarcar una prueba de COVID-19 negativa realizada como máximo 72 horas antes.

Cuarentena en un hotel para viajeros de países de la lista roja

Además, los británicos o residentes legales en el Reino Unido que regresen de un país de la “lista roja”, a quienes no se puede impedir la entrada, tendrán que realizar su cuarentena en uno de una veintena de hoteles designados por el gobierno y correr con una factura de 1.750 libras (2.000 dólares) por viajero individual.

Para asegurarse de que se cumplan estas normas, Hancock anunció que quien se niegue a realizarse las pruebas PCR se arriesga a una multa de entre 1.000 y 2.000 libras, mientras que quienes no respeten la cuarentena podrían tener que pagar entre 5.000 y 10.000 libras.

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