San Luis y Santiago del Estero: feudos, estadios faraónicos y pobreza creciente
Las obras fastuosas están entre los denominadores comunes de los caudillos de ambas provincias.
A lo grande, la provincia del norte estrenó el Estadio Único con la final de la Supercopa Argentina que coronó a River, y la presencia del presidente Alberto Fernández.
El complejo “Madre de Ciudades” fue inaugurado con un partido de la AFA y las figuras de los campeones de dos torneos oficiales. Y es candidato a sede de la Copa América y escenario de las Eliminatorias. Se ajustó a los estándares de la FIFA.
Gerardo Zamora gastó $1.500 millones (el presupuesto inicial fue de 980 millones) y se dio el lujo por partida doble. Este año va por la reelección.
Acá Alberto Rodríguez Saá no pudo hacerlo con un evento oficial, pese a darse el gusto de invertir 100 millones de dólares para levantar en tiempo récord La Pedrera en 2017. Fue un partido entre ex jugadores de Boca y River. (San Luis exhibe hasta ahora como única final de AFA el encuentro de River y San Lorenzo en 2014).
¿Cuánto se utilizarán los estadios? Es la primera y principal pregunta. En San Luis la respuesta está a la vista de todos después de tres años. Pese a los insistentes oficios La Pedrera no entra en la consideración. Fue inaugurado sin tener en cuenta un factor que provocó un millonario gasto. Hubo que contratar a quien fue encargado del campo de juego del Barcelona por 11 años y ahora trabaja en la FIFA para encarar el problema de la iluminación sobre el césped. Ni siquiera pudo cumplir con la finalidad de centro de atención de pacientes leves de Covid-19 porque los pacientes aislados denunciaron falencias.
El mismo interrogante circuló en Santiago del Estero, aun cuando está posicionado en el calendario de eventos internacionales.
Antes de la apertura del monumental estadio la provincia fue noticia por el caso Abigaíl. En noviembre la imagen del padre cargando en brazos a la niña enferma de cáncer para cruzar la frontera caminando porque le impidieron ingresar a raíz de las restricciones por el coronavirus, recorrió el país. En enero falleció.
El presidente Alberto Fernández cortó la cinta el jueves y se retiró de inmediato. De todos modos tuvo que justificar la construcción de la obra.
Ambos estadios despiertan fuertes críticas por los contextos sociales de las provincias. Aparecen como excentricidades de los gobernadores que tienen una inequívoca vocación feudal.
El matrimonio Zamora se sucede en el gobierno desde que Néstor Kirchner promovió el desalojo del poder en 2004, a través de una intervención federal- del ya fallecido histórico dirigente peronista, Carlos Juárez. Este gobernó cinco veces la provincia y luego le transfirió las riendas a su esposa, Mercedes Aragonés.
Zamora, radical aliado de Cristina, ascendió en 2005 al poder y alterna con la esposa, Claudia Ledesma Abdala (actual presidenta provisional del Senado de la Nación).
Alberto Rodríguez Saá va por su cuarto mandato y su hermano mayor Adolfo gobernó la provincia en forma ininterrumpida entre 1983 y 2001, que renunció para asumir interinamente la presidencia de la Nación.
Santiago del Estero es una de las provincias más pobres. Y San Luis entró en una espiral que no da indicios de salida.
| Santiago del Estero: Según el informe del Indec de septiembre de 2020, el conglomerado Santiago-La Banda, las ciudades más importantes, registran un índice de pobreza del 42,5%. Sobre 911 mil habitantes, poco más de 400 mil están debajo de la línea de pobreza. Casi la mitad de los hogares no cuentan con agua potable y cloacas o desagües.
| San Luis: El 39,2% de los habitantes de San Luis, Juana Koslay y La Punta es pobre y el 6,6% está en situación de indigencia, según el Indec. Expresado de otra forma, de las 235.075 personas que residen en esas tres ciudades, 92.258 son pobres y 14.893 son indigentes.
| Santiago del Estero: la desocupación es del 10,6%. Hay 58 mil empleados públicos.
| San Luis: la desocupación es del 2,6%. El índice está maquillado por el Plan de Inclusión Social que contiene a miles de puntanos. Este año se les aumentó $1800 la remuneración.
| Ambas provincias tienen una alta dependencia de la coparticipación federal.
Los datos escalofriantes de Rodríguez Saá y Zamora.