Joana Bolling una guerrera en recuperación
La jugadora de hándbol que empezó a practicar la disciplina a sus 15 años en San Luis, tras sufrir una dura lesión que la margina de la competencia hasta fin de año, se someterá a una cirugía y aspira recuperarse antes del tiempo estimado para poder disputar el Mundial con Argentina.
Por Gastón Vila Calderón
Joana Bolling, deportista puntana que juega para el Elche de la Primera División femenina española, después de una resonancia magnética en diciembre, se le diagnosticó una rotura de ligamentos cruzados anterior de la rodilla izquierda.
“Es un caso sorprendente porque tengo esta lesión hace más de 8 años y los que la padecen suelen tener dolores muy fuertes e incluso no pueden caminar”, contó en declaraciones al programa Otra Dimensión.
En esa época, disputaba un Regional A para San Luis: “Toda mi carrera deportiva la hice jugando así”, sostuvo.
En diciembre, comenzó con dolores y se sometió a un estudio donde se le descubrió la grave lesión: “De todas maneras seguí compitiendo con molestias y filtraciones”.
Bolling disputó en marzo con la Selección Argentina el Preolímpico Tokio 2021 en España y lo hizo lesionada: “Mi rendimiento bajó porque la rodilla se inflamaba y había entrenamientos que no podía completar. Esa razón me hizo tomar la decisión de operarme”.
Los médicos le anunciaron que recién en enero del 2022 podrá volver a competir. Sin embargo, el tiempo estimado de recuperación de una rotura de ligamentos cruzados es de entre seis y ochos meses para recibir el alta. Por tal razón, es que la deportista puntana se ilusiona con poder llegar al Mundial que se disputará en España desde el 2 al 19 de diciembre.
La cirugía será el 5 de mayo en Buenos Aires. Luego hará la recuperación en San Luis y en agosto volverá a España para empezar su nuevo contrato con el Elche: “Aspiro poder estar en el Mundial. Fisiológicamente en seis meses la rodilla vuelve a estar bien y sé que por genética puedo llegar”.
La handbolista de 26 años sabe lo que es vestir la camiseta de la Selección –disputó el Mundial de Japón 2019-.
“Representar a Argentina y cantar el himno es lo mejor que me pasó en el deporte. Todo el sacrificio es como que en ese momento vale la pena”, expresó y agregó: “Al jugar en el exterior te sentís más patriota que nunca y pones el pecho en alto”.
Bolling conoce el sacrificio. Hace más de 2 años -después de emigrar a España- que no ve a sus padres y recién se reencontrará post operación.
Su vida deportiva ha estado intrínsecamente ligada a su familia. Hace 5 años – antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016- detuvo su carrera por un bien mayor: le donó un riñón a su padre Elnes Bolling, quien fue figura de la generación dorada del GEPU campeón de la Liga Nacional de Básquet.
“Era el momento de ayudar a mi papá, es mi prioridad. Ahora me dice que soy su ángel de la guarda y que estamos más unidos que nunca”. Fue una decisión que pudo haberle truncado su actividad en el deporte, pero se repuso y volvió a jugar en la elite, manifestó en el programa de Eliana Altamirano en radio Dimensión.
Preocupada por la pandemia porque Elnes no deja de ser una persona inmunosuprimida, la joven dijo: “Se encuentra genial y no veo la hora de poder darle un fuerte abrazo. Anhelo tanto poder compartir momentos con la familia después de tanto tiempo”.
Bolling sabe de recuperación y en el momento más duro de su carrera deportiva se mantiene sonriente, con garra, ánimo bien levantado y la esperanza de volver más fuerte que nunca para seguir haciendo historia.