Cafiero reconoció que el Gobierno no pidió más vacunas al Fondo Covax para “ahorrar dólares” y porque no había plazo de entrega
Así surge de un informe presentado en el Senado por el jefe de Gabinete.
El Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, anticipó su informe escrito a la Cámara Alta, en el marco de la sesión informativa especial prevista para este jueves a las 14.
Un tema ineludible para el jefe de ministros será la polémica en torno a la negociación con Pfizer por las vacunas contra el coronavirus. Pero antes de ir a la Cámara Alta, Cafiero elaboró un informe de casi 1000 páginas en el que se refirió tanto a la discusión con el laboratorio como a por qué el Gobierno Nacional decidió recibir la “cuota mínima” de vacunas del mecanismo COVAX, que también quedó en las últimas horas en el centro de la tormenta.
En su informe, Cafiero respondió 1116 preguntas. La pregunta N°33 fue realizada por el senador fueguino de Juntos por el Cambio, Pablo Blanco. “El exministro de Salud Ginés González García expresó públicamente que una condición era que la firma del contrato la hiciera el Presidente de la Nación. En tal sentido, caben las siguientes preguntas: si la exigencia de Pfizer de que el contrato lo debe firmar el presidente no la tienen otros países, ¿Cuáles son las razones de tal diferencia?, ¿Qué hizo o hace la Argentina distinto a otros países como Chile, Perú o EEUU que se genera una exigencia mayor?”.
El jefe de ministros contestó: “Distintos proveedores de la industria farmacéutica solicitaron al gobierno argentino condiciones tales como la prórroga de jurisdicción, indemnidad patrimonial y confidencialidad, en observancia de la situación en el mercado internacional de vacunas. Por ello, el Congreso sancionó la Ley 27.573 de vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra el Covid-19. No obstante, luego de publicada esa ley, Pfizer expuso en sus negociaciones la necesidad de contemplar cláusulas con mayores requerimientos que superaban las excepcionalidades previstas en la mencionada normativa. Las dificultades en relación a la compañía norteamericana no radicaron en quien firma el contrato, sino en dos problemas”.
“El primero tenía que ver con el planteo de excluir la negligencia no solo del contrato, sino también de la ley mencionada, lo que implicaba la modificación de una norma. El segundo problema se relaciona con los criterios para la aceptación de la garantía con contragarantía de ejecución en el exterior. Estos son los dos puntos sobre los que no se ha llegado a un acuerdo”, agregó Cafiero.
Respecto a qué tiene Argentina de diferente con países como Chile o Perú, no hubo respuesta. “El Ministerio de Salud, informa que desconoce las características de los contratos que el laboratorio Pfizer ha celebrado con otros países, dado que los mismos se encuentran alcanzados por cláusulas de confidencialidad”, fue la contestación.
Cafiero también ratificó que el Gobierno retomó las negociaciones con Pfizer con el objetivo de “generar algunos cambios para avanzar en un posible contrato” e informó que la discusión está a cargo de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini.
“Se optó por un mecanismo del 10% de las dosis por una evaluación de costo-beneficio y oportunidad. De haber sido una mayor cantidad de dosis, se debería haber anticipado mayor cantidad de dólares contra un contrato que no ofrecía, en ese momento, ninguna garantía respecto del plazo de entrega, vacunas a entregar y condiciones contractuales. Ahora, si se hubiera elegido cubrir un 20% de la población, se tendría que haber anticipado más de USD 60 millones en aquel momento y la situación que tendríamos hoy sería igual a la actual. Es decir, se estaría esperando que se celebren contratos y prontos a recibir las primeras vacunas que se ajustaron ahora. En ese sentido, fue una relación costo-beneficio más que oportuna”, sostuvo el funcionario.
En esa misma respuesta, e jefe de Gabinete también calificó la decisión de “inteligente”, habida cuenta de “cómo viene funcionando el mecanismo a la fecha. Actualmente, ningún país del mundo tiene un cronograma de entregas confirmado. Por el contrario, Argentina tiene contratos bilaterales, con cronogramas de entrega comprometidos”.
Cafiero, por otra parte, se negó a contestar (en la pregunta N°57) si “vistas las consecuencias de la llegada de la segunda ola del COVID al país y la concomitante escasez de vacunas, ¿no le parece que ha sido ésta una decisión absolutamente desacertada?”.