Desvalijaron una vivienda en Nogolí
La inseguridad avanza en toda la provincia sin dar tregua. Una docente perdió gran parte de sus bienes en la localidad que no tiene móvil policial. La Calera y San Gerónimo tampoco cuenta con unidades de traslado.
Este lunes, la tranquilidad de Adrián Andrés Salva, un docente de San Luis, se alteró cuando le dieron la mala noticia: delincuentes rompieron el alambre olímpico de su propiedad, forzaron la puerta y desvalijaron su casa ubicada a 3 kilómetros de Nogolí, sobre la autopista 25 de Mayo.
Un vecino que salió a buscar sus animales por la zona fue quien advirtió que habían entrado a la casa de Salva. Se habían llevado hasta los sanitarios.
En declaraciones a El Chorrillero, Salva contó que el hogar es utilizado durante los fines de semanas y que la visita regularmente, aunque durante la última semana no pudo acercarse.
“Cuando vengo y entro veo que nos robaron todo y la verdad no sabés qué hacer. Somos gente laburadora, somos maestros junto con mi esposa, inculcamos a nuestros hijos y alumnos los valores, los derechos y las obligaciones. Después te topas con esto, cuando el producto de tu sacrificio y de tu trabajo se esfuman en dos segundos”, relató Salva.
Este martes utilizó las redes sociales para dar cuenta de lo que le tocó vivir y detalló lo que se robaron: un horno eléctrico, un anafe eléctrico de dos hornallas, una minipimer (de marca Liliana) sin uso, una pava eléctrica, un bidet e inodoro Ferrum, tres cortinas blackout con sus barrales, dos colchones, juego de vajillas de acero inoxidable (30 cuchillos, 30 tenedores, 30 cucharas de postre), cinco hieleras de acero inoxidable, un calefactor Eskabe (con ruedas) con regulador y garrafa de 10 kilos, 12 platos de madera, Ensaladeras de algarrobo, cazuelas de algarrobo, una espada para asar chivos, elementos de asador con mango de madera, con su base.
Luego de constatar el robo, se comunicaron inmediatamente con la Comisaría N° 45 de Nogolí. Pero ahí les informaron que no tenían móviles porque “están averiados”.
“Los efectivos, muy amablemente, llegaron en sus vehículos particulares. Ellos hacen sus cosas bien, pero si no tienen herramientas se hace muy difícil. Pude dialogar con el sub jefe de la Policía (Claudio) Latini y me explicó que no tenían patrulleros y que, a la brevedad, lo iban a solucionar”, indicó.
La dependencia no puede ser asistida por otras localidades ya que en La Calera y en San Gerónimo tampoco tienen unidades disponibles.
Si bien desde que construyó la vivienda hace seis años es la primera vez que le sucede algo similar, habitantes de la zona se contactaron con él para contarle sus propias experiencias.
Por ejemplo, una vecina de Nogolí le informó que vivió algo similar a fines del año pasado cuando también le desvalijaron su casa. Se llevaron hasta el aire acondicionado.
El punto en común entre los hechos es que son hogares que no son utilizados frecuentemente sino más bien de forma esporádica y muchos días quedan solas. Es aquí donde apuntan los malvivientes.
“Hoy me tocó a mi luego le tocará a otra persona. Hay cosas más prioritarias, quizás, pero tengo el derecho a vivir tranquilo en una sociedad tranquila, como ciudadano tengo el derecho de estar protegido, mi propiedad privada debe estar protegida por el Estado porque por algo pagamos impuestos”, agregó Salva.
Producto de todo esto ya tomó medidas: puso rejas en la puerta por donde entraron, único lugar donde le faltaba ubicar barrotes.
“Espero que los chorros no tengan hijos, me da pena por ellos que aprenden a vivir del sacrificio ajeno”, culminó el hombre.