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Violencia, armas, disparos y heridos: la pandemia de la inseguridad durante agosto en San Luis

Si bien no hay índices oficiales, fue uno de los meses donde más hechos delictivos se produjeron en distintos puntos de la provincia. Los negocios de variados rubros fueron las principales víctimas. Las familias dentro de las viviendas no fueron un impedimento para los ladrones. Varios de los ilícitos fueron captados por cámaras de seguridad, pero privadas.

Septiembre evidencia un panorama más alarmante debido a que hubo ya varios ilícitos.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 06/09/2021 01:19

Las decenas de robos que se produjeron durante agosto en San Luis son el reflejo de un fenómeno que viene en ascenso y que mantiene en alerta a la población. El miedo de emprender una actividad, de invertir en algún producto y hasta de salir de sus casas, son algunas de las preocupaciones que deben enfrentar en medio de la delincuencia que no da tregua, y que cada vez implica mayor violencia.

El octavo mes de este 2021 se vivió como uno de los más críticos porque prácticamente todos los días se dieron a conocer episodios de inseguridad. Todos fueron visibilizados por las víctimas y muchos de los delincuentes quedaron registrados en cámaras, pero casi nadie logró recuperar las pertenencias.

Una metodología que va en ascenso involucra los inhibidores de alarmas. El 4 hubo dos hechos con iguales características. El primero fue cerca del mediodía cuando el propietario de un comercio salió a realizar unas compras para abastecer. En la esquina de Sucre y Juan Bautista Alberdi le robaron lo que tenía en el vehículo.

Horas más tarde, cerca de las 19 en la playa del Easy, a Jorge Bertín, dueño de una empresa constructora, también le llevaron dinero en efectivo (que en parte era para el pago a los trabajadores), una rueda de auxilio, un celular y hasta un alcohol en aerosol.

También en los primeros días del período, una despensa ubicada en el boulevard Las Banderas en el Anexo V del barrio Eva Perón fue el escenario. Hubo un primer intento, pero los propietarios los ahuyentaron. Minutos más tarde, los ladrones volvieron con piedras y “cascotes”. Dos de las víctimas fueron trasladadas al Hospital San Luis por las heridas en la cabeza. Se llevaron mercadería como bebidas y algunos alimentos.

El 8 de agosto, el ilícito se produjo con una familia en la vivienda alrededor de las 21, sobre calle Mar del Plata al 1600. Cuatro fueron los hombres que rompieron a patadas la puerta, y amenazaron a quienes estaban con un arma de fuego. Sustrajeron celulares, computadoras y una billetera.

El Barrio Los Paraísos es otro de los sectores que se volvió blanco de estos episodios. La inquietud con que viven sus habitantes los motivó a pedir mayor seguridad a las autoridades provinciales.

El 9 de agosto, Nogolí fue el lugar donde la transgresión estuvo presente cuando desvalijaron una vivienda. Una docente perdió gran parte de sus bienes en la localidad que no tiene móvil policial. Cuando fue a la propiedad, advirtió que le faltaba un horno eléctrico, un anafe eléctrico, una minipimer, una pava eléctrica, un bidet e inodoro, tres cortinas con sus barrales, dos colchones, juego de vajillas de acero inoxidable, cinco hieleras de acero inoxidable, un calefactor, platos de madera, ensaladeras y cazuelas, entre otros elementos.

Un día después se conoció otro asalto y el protagonista lo vivió por segunda vez en menos de un mes. En ambos, los delincuentes lo abordaron mientras esperaba el colectivo para ir a trabajar a Obras Públicas de Villa Mercedes. Las cámaras de seguridad captaron los momentos.

Además, en otro caso volvieron a implementar los inhibidores. Esa vez fue para quitarle dinero a un comerciante de su camioneta. Leandro Dell Elice, propietario del negocio “El Pelado de las Piscinas” de Juana Koslay, junto a su esposa fueron víctimas de delincuentes en la playa del Easy.

El 12 ingresaron a robar en el Barrio 157 Viviendas mientras la familia no estaba. Los malvivientes rompieron el candado de la reja y violentaron la puerta de ingreso. Se llevaron computadoras, un equipo de música, un televisor de 50 pulgadas, una consola de video juegos, alimentos, los focos de luz, los soportes de los televisores y una suma de dinero de alrededor de $40 mil.

Ese mismo día, Susana Lucero, quien vive en la zona del Pabellón Argentino fue avisada por un vecino de que le habían abierto la puerta de su casa. A raíz de eso denunció a dos habitantes de la zona como responsables del delito, uno de ellos, que vive en diagonal a su casa es un policía que terminó detenido en horas de la siesta. La habían despojado de dos televisores, dos equipos de música y un calefactor.

Dos días más tarde, hubo un asalto con tiros en una despensa en el cual le dispararon a un hombre y al otro lo golpearon en la cabeza. Ocurrió por la noche en el Barrio 144 Viviendas, al noreste de la capital. Se llevaron todo el dinero del negocio. A una de las víctimas le dieron un culatazo en la cabeza y al otro le dispararon en el pie.

Casi en simultáneo, entraron a la casa de un fotógrafo y le robaron los equipos valuados en $500 mil, también en el Barrio Pabellón Argentino. Ladrones ingresaron al departamento de Emilio Cortez cuando él y su pareja estaban trabajando. Le robaron un dron DJI Phantom 3 Advanced con una mochila negra y dos baterías, una cámara Canon T6i con lente de 50 mm (sin cargador), un monitor AOC de 18.5 sin base trasera, ni cables, un televisor LCD Phillips de 32 pulgadas, un micrófono Samson R21S, una notebook Toshiba de color negro y otra notebook MSI con el cargador.

Las iglesias también tuvieron ilícitos en San Luis. En dos de ellas, entraron el mismo día a mediados de mes. Una fue la parroquia Inmaculado Corazón de María, ubicada en el Barrio San Martín, de la cual se llevaron una consola de sonido nueva, una guitarra y micrófonos que eran utilizados para las transmisiones online. El otro caso se produjo en Nuestra Señora del Valle de la zona sur, donde el objetivo fueron los sanitarios: dos inodoros y un lavamanos.

Otro de los siniestros fue en un taller mecánico de un ex combatiente de Malvinas, en Villa Mercedes. En la madrugada, ladrones ingresaron a la propiedad (ubicada sobre la calle Los Álamos) después de derribar una tapia de ladrillos, y se fueron con todas las herramientas de mano, como destornilladores, pinzas y reglas.

El mismo día también la inseguridad acechó en la capital puntana. Nora Valdez, fue la víctima por undécima vez. Le sustrajeron herramientas de mano, una máquina hormigonera y un lavarropas. Había pedido un préstamo para empezar de cero, por todos los robos anteriores, y ni siquiera había pagado la primera cuota de lo que había comprado.

Los cementerios no estuvieron ajenos a la realidad, y el 23 se robaron de “Los Álamos” un banco de madera. Tenía la inscripción “Papito Juan” y fue instalado en homenaje a un ser querido que falleció en un accidente de tránsito. La familia dio a conocer el hecho para recuperarlo.

El 24 se robaron la puerta de rejas en una casa donde vive un matrimonio de ancianos, en la Avenida Intendente Aguirrez Celi al 1900. Fue a las 4 de la madrugada y las cámaras de seguridad grabaron todo.

A su vez, el mismo día la dueña de una vivienda en el Barrio Eva Perón comentó que el ilícito fue alrededor de las 18. Describió que los ladrones ingresaron a la propiedad por una ventana que da a la parte trasera de la casa. Colchas, un equipo de música, ollas, alimentos, una garrafa y la bicicleta de su hijo de 3 años, fueron algunos de los elementos que le sustrajeron.

El tercero de ese 24, tuvo como damnificada a Marianela Sosa, quien salió de la vivienda que alquila en el Barrio República, para retirar unas fotocopias de la escuela de sus hijos, en el Barrio 9 de Julio. Minutos más tarde un familiar la llamó para avisarle que le habían robado. Los delincuentes habían roto una ventana para entrar. Se habían llevado un televisor Smart curvo 55”, un televisor LED 22”, una bicicleta rodada 26, una suma de dinero cercana a los $20.000 que su pareja tenía guardado para el pago del alquiler, ropa y zapatillas.

Al día siguiente, en plena siesta y centro, un motochorro le arrebató la cartera a una periodista de San Luis. Ocurrió alrededor de las 16 en Chacabuco y Buenos Aires. La joven se dirigía a su trabajo cuando fue sorprendida. Una vecina la socorrió.

Las farmacias también fueron víctimas. Una de ellas fue la denominada “Serrana” situada en el Módulo 13, en la ciudad de La Punta. El ladrón armado no encontró dinero, pero se llevó productos de perfumería y joyas.

Ayelén fue otra de las mujeres que debió enfrentar un robo y tras perder sus pertenencias pidió la colaboración de los puntanos. Los delincuentes desvalijaron su pequeña casa, donde vive con sus dos hijos de 3 y 6 años. Se llevaron hasta la mesa y las sillas, la dejaron sin nada.

Otra situación que se dio a conocer en agosto fue la de una familia que invirtió todo su dinero para colocar un taller y cinco meses después le robaron los materiales para trabajar. El hecho ocurrió durante la madrugada en el Barrio San José.

Ya en el cierre del mes, a punta de pistola robaron un kiosco ubicada sobre Héroes de Malvinas, a pocos metros de Riobamba. Alrededor de las 13 del sábado anterior, los ladrones atacaron otra vez el almacén “El séptimo Superkiosko”. La joven que atendía fue sorprendida por un sujeto armado le exigió todo el dinero que tenía en la caja, y también se apoderó de todas las bebidas alcohólicas que pudo.

En paralelo, intentaron arrebatarle la cartera a una mujer, le robaron el celular y le rompieron un dedo. Estaba en la puerta de su casa cuando fue sorprendida, sobre la calle Falucho, esquina Río Negro.

Una hora después de ese hecho, en Mitre casi Lavalle, dos menores fueron víctimas de un asalto cuando esperaban el colectivo para volver a sus casas. También eran motochorros y les arrebataron los celulares. Para cometer el objetivo les lanzaron una amenaza: si se resistían los iban a matar.

El 30 robaron en la Escuela Generativa “Félix Máximo María” de Villa Mercedes. Este lunes por la mañana cuando la coordinadora de la institución, Virginia Lucero llegó al edificio se encontró con la noticia. El primer faltante que notó fue la computadora de su oficina.

El martes entraron a una despensa y quedaron grabados por las cámaras. Los malvivientes sustrajeron mercadería, un monitor, dinero y hasta los aparatos de filmación del negocio emplazado en Huarpes y Poeta Agüero.

Otro local protagonizó un episodio parecido, ese día a la altura de la Tercera Rotonda, al noreste de la ciudad. El video muestra cómo un joven, que sería menor de edad, se lleva dinero en efectivo y un celular.

Y como si fuera poco, además se registró un robo y vandalismo en el Club El Chorrillo. Se llevaron reflectores que días atrás habían colocado, herramientas del Plan de Inclusión Social y destrozaron un baño

Si bien fueron múltiples los episodios y de variadas características, no han sido los únicos que se produjeron durante agosto. Muchas familias no los dan a conocer por temor, pocas expectativas de obtener solución y hasta por recomendación de la Policía.

Septiembre aún no lleva una semana y ya evidencia un panorama más alarmante debido a que hubo ya varios ilícitos. Un claro ejemplo fue el jueves, cuando en menos de cinco horas hubo cuatro asaltos en la capital de San Luis.

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