Violencia, accidentes y poco control; un panorama que se agrava los fines de semana en la ciudad
Peleas entre jóvenes a la salida de boliches, siniestros viales con víctimas fatales y picadas de vehículos en pleno centro son el combo de un escenario de descontrol.
Los hechos confirman cada fin de semana la inseguridad que se presenta en la noche de San Luis. Entre ellos los accidentes que podrían evitarse si se hicieran controles que garanticen las velocidades permitidas en el centro de San Luis, y en cualquier barrio. El reclamo de los vecinos es permanente.
En las últimas semanas se produjeron brutales peleas entre jóvenes, las cuales salieron a la luz por las redes sociales. Una de las que más se viralizó ocurrió en la mañana del 28 de noviembre, en la vereda del Correo Argentino, a metros de la Plaza Pringles. Allí, un grupo de chicos protagonizaron una pelea campal, donde un joven en particular se llevó la peor parte. Cuando se cayó, en el piso recibió golpes de puño y patadas en la cabeza.
El hecho generó un gran repudio en la comunidad, y se recordó el caso de Fernando Sosa Baez, a quien mataron a golpes afuera de un boliche en Villa Gesell. Tenía 18 años.
Golpes en plena Avenida Illia.
Esta no es la primera vez que sucede, sin embargo las autoridades sanluiseñas no han encontrado soluciones. Una agresión similar terminó con la vida de Matías Auderut, en la puerta de un bar, también sobre avenida Illía. A la paliza mortal que le dieron también la grabaron con un celular.
Las preguntas de muchos vecino son para el ministerio de Seguridad.. “¿Dónde están tantos móviles que entregaron? Es increíble que en la avenida central de la ciudad no tengamos un solo policía. Dónde está invertido nuestro dinero para la seguridad del ciudadano?”, se expresaron los lectores cuando la noticia fue publicada por los medios. “¿Y las cámaras de seguridad, todavía no funcionan? Hasta cuándo, qué triste que pasen estas cosas”, también cuestionaron.
La gresca más reciente, y no menos grave tuvo lugar el último fin de semana a la salida de un boliche, cerca de la Ruta N° 147 y Riobamba. Como otras veces, los incidentes entre jóvenes fueron fuertes.
Peleas afuera de un boliche.
En las imágenes captadas por un celular se ve cómo uno de los participantes del conflicto cae al piso y recibe patadas y golpes de puño que pudieron haberle causado la muerte.
En ninguno de los dos casos hubo policías cerca para frenar el descontrol. Después de conocidos los videos, algunos efectivos se apostaron en sectores puntuales del centro, más bien cerca de boliches y pub’s. Sin embargo la velocidad en la que se conducen los autos en las horas de la madrugada o cuando está amaneciendo, los sábados y domingos, no hay quien la controle. Y en medio del descontrol se producen constantes accidentes de tránsito; el consumo de alcohol y la alta velocidad son los principales factores. Los autos hacen picadas en plena avenida Illía o en cualquier calle del microcentro.
El domingo 5 de diciembre, pasadas las 5 de la mañana, Beatríz Olivera fue una víctima de la inseguridad vial. Iba en un taxi con dos amigas cuando una camioneta impactó violentamente del lado donde iba sentada. Trabajaba en el Centro de Salud “Hanna Abdallah de la capital, y horas antes había compartido la fiesta del empleado público. Pensó que regresaría más segura, pero no. Los médicos no pudieron reanimarla y murió en el lugar del siniestro.
Un taxi Chevrolet Corsa y una Volkswagen Nivus chocaron en la esquina de Colón y Bolívar. Fuentes de la Policía informaron que el segundo vehículo transitaba a 70 u 80 kilómetros por hora por calle Bolivar. La Justicia ya intervino. El taxista declaró que en el otro vehículo iban dos jóvenes más, que primero ayudaron a sacarlo del auto, pero que después escaparon porque “estaban alcoholizados”. Y que el joven que se quedó, no era el que manejaba. Hasta ahora no hay noticias de cómo avanza la investigación.
Accidente fatal en Colón y Bolívar.
Los accidentes son una constante los fines de semana. Impactos contra los árboles o postes de luminaria, y vuelcos, muchos como consecuencia de la imprudencia. Uno fue el caso de una Renault Kangoo que en las primeras horas del 20 de noviembre protagonizó el siniestro en la intersección de la avenida Centenario y calle San Francisco. Según trascendió, el conductor de 24 años sufrió golpes en el rostro y fue trasladado al Hospital Cerro de la Cruz para ser atendido.
Ese mismo día y casi en simultáneo, un taxista de Juana Koslay perdió el control del Fiat Siena y cayó a un desagüe pluvial entre las calles Riobamba y Franco Pastor.
Similar fue el siniestro el 4 de diciembre y casi en la misma zona, cuando el conductor no advirtió una zanja en la zona donde se construye la avenida de Circunvalación, ubicada muy cerca de un local bailable.
Estas cuestiones de inseguridad y violencia mantienen a los vecinos en constantes reclamos y en alerta. Se suman los desmanes, las corridas y los ruidos molestos de los escapes libres. Muchas cosas para cambiar.