Vecinos y comerciantes de Juana Koslay denuncian que crece la inseguridad y que la zona “está liberada”
Aseguran que enviaron notas a la Municipalidad pero hasta el momento, no tienen respuestas. Piden iluminación, poda y presencia policial porque no quieren vivir y trabajar “en una boca del lobo”.
Vecinos y comerciantes de la ciudad de Juana Koslay viven preocupados porque la inseguridad va en aumento. Puntualmente en un sector de la avenida Viento Chorrillero, desde calle Sauces del Chorrillo hasta 1º de Mayo.
Cansados de la problemática, decidieron presentar esta semana una nota al intendente, Jorge “Toti” Videla. Le solicitaron la reparación y extensión del alumbrado público, rondas policiales y un plan de monitoreo.
De hecho, ya habían presentado escritos en otras oportunidades al Municipio, pero no hay tenido respuestas.
En declaraciones a El Chorrillero, una comerciante de la zona explicó que tomaron esta iniciativa porque los hechos delictivos se acrecentaron y no tienen soluciones de las autoridades municipales.
La metodología que utilizan los delincuentes por ahora es entrar a las propiedades cuando sus propietarios duermen y así sacar todo lo que puedan. En cambio, en los negocios, aprovechan la distracción de los vendedores para sustraer celulares o algún elemento de valor.
Eso fue lo que pasó el 18 de enero, cuando un ladrón le pidió a la empleada un producto y le sacó el dispositivo.
Además, se meten entre los árboles y desde allí tienen una “visión panorámica” para estudiar el movimiento de los domicilios y locales. Por eso otro de los planteos a la Municipalidad es la poda de los ejemplares altos que tiene la avenida.
“Creemos que esta es una zona liberada porque los vecinos han llamado a la Policía y no han venido o llegan cuando los delincuentes ya no están”, indicó la fuente que prefirió no dar a conocer su nombre.
La comerciante, que abrió su local hace un mes, dijo que es casi “nula” la vigilancia de patrulleros: “Desde que estoy no he visto presencia policial, una sola vez pasó un móvil y después nunca más”.
Ante la falta de respuestas, algunos optaron por colocar iluminación privada en los domicilios para que “no sea una boca del lobo la zona en la que vivimos y trabajamos”.
En la nota, le dieron un plazo de 10 días hábiles al intendente para recibir una contestación formal a sus requerimientos.
También expusieron que se está formando un “polo comercial” en este sector que “contribuye no sólo en darle vida al ingreso de nuestra ciudad sino también al sistema productivo local, tan necesario y respetable en esta época de crisis caótica por la que pasamos”.
“Considerando los múltiples peligros y acontecimientos ocurridos, no sólo de robos y vandalismo, rogamos su apoyo y el de su equipo”, señalaron en el escrito.
Por otro lado, este lunes a las 20 se reunirán para dialogar sobre el tema e invitaron a Videla, concejales y al responsable de la Comisaría 5º que tiene jurisdicción en la zona.