Alumnos con discapacidad llevan frazadas porque no tienen calefacción en la escuela
Fue por recomendación de los directivos y docentes de la institución. Algunos padres optan por no enviarlos a clases.
Alumnos de la Escuela Especial N°4 “Un Lugar en el Mundo” de la ciudad de San Luis llevan frazadas para combatir las bajas temperaturas porque no tienen calefacción.
Hace unos 15 días, personal del ministerio de Educación fue a corroborar la situación, pero hasta el momento no hay respuestas. Previamente, desde la institución enviaron una nota al Gobierno solicitando la instalación de más artefactos.
Por ese motivo, docentes y el cuerpo directivo les recomendaron a los padres que envíen a sus hijos con algún abrigo extra para enfrentar el invierno.
A la institución, ubicada en calle Riobamba 1403 frente al Parque de las Naciones, asisten 27 chicos con diferentes discapacidades (síndrome de down, retraso madurativo, hipoacúsicos y trastornos generalizados del desarrollo) y hay en espera otros 10; pero aseguran que en estas condiciones no pueden recibir más alumnos.
El establecimiento cuenta con dos aulas que no tienen calefacción. También hay un zoom que está dividido en dos; en un lado se realizan actividades físicas y de música; y el otro se brindan clases. En ese sector existen dos artefactos, pero no dan abasto.
En muchas ocasiones el personal docente y directivo llevan caloventores o estufas eléctricas para las oficinas donde trabajan.
La vicedirectora, Eugenia Soule, explicó a El Chorrillero que otro de los grandes pedidos al Gobierno es contar con un edificio propio, porque el lugar en el que están es “prestado”.
“Necesitamos ese espacio para trasladar a los chicos ahí porque como todos tienen distintas patologías, debe estar acondicionado para ellos. Además, podríamos inscribir a los niños en espera y sumar a los que se fueron por la pandemia”, señaló.
Al ser una escuela autogestionada, el subsidio que les brinda el Gobierno sólo alcanza para pagar los sueldos. Para el resto de los gastos, sacan de su bolsillo o realizan colectas. “No podemos contratar psicólogos, psicopedagogos, gente que antes teníamos, por una cuestión de dinero”, expuso la vicedirectora.
“El tiempo pasa y necesitamos soluciones urgentes”, planteó Soule.
Un lugar en el Mundo fue fundado en el 2000 por un grupo de padres que tenían hijos con discapacidad, pero nunca contaron con un lugar físico propio.
“Esa es la bronca que nos da, porque vemos muchas inauguraciones y esto realmente es una necesidad. Hay niños que sólo pueden asistir a nuestra escuela porque en otros lados no los aceptan”, planteó.
Otro de los inconvenientes es que el establecimiento sólo tiene un baño y hay problemas de humedad en algunos sectores del techo.