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Un mes después de la tormenta de piedras, Villa Mercedes sigue en emergencia

Todavía se conocen historias de familias que no pueden arreglar sus casas y aguardan la asistencia que el Gobierno prometió.

Intendente Maximiliano Frontera.
Actualizada: 26/02/2023 01:14
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El 26 de enero cuando se desarrollaba la primera noche del festival de Calle Angosta, se desató una tormenta que va a quedar marcada a fuego en los villamercedinos. La ciudad quedó devastada.

Ese lugar fue uno de los más críticos por la cantidad de personas que se habían reunido alrededor de la celebración. Un hombre falleció en el predio y cientos de vecinos resultaron heridos. Los daños materiales fueron incontables. El sistema sanitario colapsó, igual que el edificio del Hospital "Juan Domingo Perón".

Los emprendedores que habían instalado sus puestos ahí perdieron todo lo que invirtieron. Todos estuvieron expuestos a un fenómenos climático pocas veces recordado. Las piedras eran bolas de hielo que comenzaron a caer en seco. Después vino el agua y el viento. De un momento para el otro los asistentes y los vecinos de la calle más famosa de la provincia se encontraron adentro de una película de terror. Todo fue un caos que nadie olvidará. Que se recuerda con profunda tristeza.

Vehículos destrozados, árboles caídos, cables y postes de luz dejaron la ciudad herida, y todavía pareciera estar en terapia intensiva.

Hoy se cumple un mes de todo eso, y pocas cosas mejoraron. Los que más rápido tuvieron que ponerse en pie fueron los comerciantes, para poder seguir trabajando.

En las calles siguen los vestigios, casas con rejas rotas, y con vidrios que no han podido reemplazar. Lo más preocupante son las familias que lo perdieron todo, que se quedaron sin techo, y que siguen aguardando la asistencia. Historias de esto se conocen todos los días.

Para "reconstruir" la ciudad Maximiliano Frontera recibió $200 millones. Al mismo tiempo el Gobierno habilitó créditos de hasta $100 mil, pero su entrega fue escandalosa. Los damnificados tuvieron que sortear los obstáculos y la desorganización, y también someterse a la burocracia. La ayuda no fue inmediata, y un ejemplo de ello son las filas de personas que todavía hacen trámites para recibir el dinero.

Gran parte de los afectados sufrieron daños en sus techos, y no tienen dinero para solucionar los problemas. Principalmente los que habitan en barrios vulnerables, donde hay ranchos, y los habitantes no tienen los servicios básicos garantizados.

A lo largo de este mes las lluvias siguieron cayendo y empeoraron la situación de estos hogares. Siguen inundados entre el barrio y perdiendo lo poco que les queda.

La única solución que dio el Gobierno y el Municipio fue la colocación de plásticos negros. Y repartieron algunos colchones. En el mejor de los casos pusieron unas chapas. Pero ahora frenaron todo.

Los constantes pedidos de ayuda se pueden ver a través de las redes sociales.

Ariel y Patricia viven en el Barrio 3 Esquinas, y dieron a conocer lo que están padeciendo. “Nadie vino a ver si necesitamos algo, nadie se acerca, no tenemos ayuda. Estamos sufriendo, es una situación desesperante”, expusieron.

Por su parte, María Varotta dio a conocer que está “con todo roto”, inclusive el tanque de agua. No tiene plata “ni para arreglar los vidrios”.

En el Barrio San Antonio, una de las tantas familias afectadas por el temporal, aseguró que nunca llevaron “las chapas que les prometieron” para poder hacer un techo y vivir más dignamente. “Se olvidaron, y por acá no vinieron más los funcionarios”, manifestaron.

En el Kilómetro 4 los vecinos se sienten “olvidados e ignorados”. Allí no solo tienen que padecer la falta de servicios básicos, como el agua, sino que el temporal les quitó lo poco que tenían. “Acá viven personas de bajos recursos. Después de la tormenta nos pusieron un nylon, se burlan de nosotros”, comentó una habitante que accedió a hablar con El Chorrillero.

Hay muestras de sobra que muchos barrios no fueron relevados y necesitan que alguien haga algo para mejorarles la calidad de vida.

Esta semana todavía hacían trámites para recibir los créditos.

Alberto Rodríguez Saá dijo esta semana en una conferencia de prensa que la plata "está" y que por eso no había "problemas". También que se actuó de manera "solidaria e inmediata", dos cuestiones que fueron recriminadas por los villamercededinos. Surge el interrogante por saber dónde se están tirando los fondos.

Este viernes en sesión extraordinaria se aprobó un adelanto de coparticipación de $800 millones para Frontera.

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